Los vecinos de la céntrica calle Sancho Polo se han movilizado contra las molestias provocadas por la discoteca Moma y en escritos dirigidos al ayuntamiento, han advertido incluso de que no descartan recurrir a medidas judiciales en defensa de su derecho al descanso. Desde el refuerzo de la vigilancia policial reconocen que "la policía local está viniendo cada vez que la llamamos y levantarán sus partes", pero se quejan de que el incumplimiento del horario se mantiene.

Hasta las monjas de clausura han tenido que trasladar de ubicación los dormitorios del convento a consecuencia del escándalo que se forma en la calle a altas horas de la madrugada, según recogen los vecinos en sus escritos y reafirman incluso después de iniciados los controles policiales. Por lo que cuestionan que el ayuntamiento esté tramitando los partes policiales. "Porque el concejal --dice un portavoz-- ha reconocido públicamente que al tercer expediente acumulado se puede decretar el cierre temporal de los establecimientos y nosotros llevamos años llamando al 092 porque aquí no hay quien duerma".

Mientras tanto, el último balance dado a conocer por el concejal de Interior, Francisco Martín, tras el puente festivo informaba de la apertura de otras seis actas por incumplimiento del horario de cierre a diferentes locales nocturnos del centro y el edil asegura que siguen su trámite. Lo que los vecinos dudan y avisan: "Nos reciben con muy buenas palabras, pero queremos soluciones", señalan.