El rejoneador Diego Ventura salió ayer en Plasencia a hombros tras cortar tres orejas en una corrida de rejones en la que Alvaro Montes, sustituto de Pablo Hermoso de Mendoza, cortó un apéndice y en la que el luso Joao Moura se fue de vacío.

Se lidiaron seis toros de la ganadería de Luis Terrón, aceptables de presentación y que ofrecieron bastante juego.

Diego Ventura fue el que mejor supo entender que la plaza pedía espectáculo y, por este motivo, fue capaz de ofrecerlo a raudales. Quiebros imposibles en la cara de sus dos toros, pares a dos manos excelentes, incluido uno con las banderillas cortas, y cabriolas espectaculares le bastaron para meterse al público en el bolsillo desde el inicio, lo que le valió el triunfo.

Alvaro Montes, quien inició su faena con la siempre atractiva suerte de la garrocha, demostró que es un gran caballista y que ejercita a la perfección la doma. Un gran rejón de castigo, dos banderillas arriba, limpísimas y al quiebro, y dos más al violín fueron recompensadas con la primera gran ovación del día.

Por su parte, el rejoneador luso ofreció un nuevo capítulo de su clásico toreo sobrio, con una excelente doma, aunque bastante frío y sin demasiada puntería a la hora de clavar.