Victoria Domínguez tendió ayer la mano a Díaz y apeló a su sentido de la responsabilidad como alcalde en la presentación de su candidatura por el presidente provincial del PP, Angel Carlos Bernáldez, quien abundó en el mensaje para llegar a pedir una candidatura de integración de acuerdo con la junta local cuya presidenta, María José González del Valle, fue la ausencia más significativa aunque se excusó al propio Bernáldez por encontrarse en Bruselas.

La llamada a la integración no se traducirá, sin embargo, en que Díaz vaya de segundo "porque esto no es el PSOE", en palabras de Domínguez. Ambos negaron estar preocupados por una ruptura que prefirieron reducir a las discrepancias propias de toda candidatura política y Bernáldez respondió tajantemente que la posibilidad de que Díaz reúna a sus ediles afines en una lista alternativa es "ciencia ficción".

Bernáldez dijo pasar absolutamente de las críticas a su persona en alusión al hecho de que Díaz le acusó públicamente de desbancarle en revancha a que le disputó la presidencia provincial, aseguró que existe la "máxima fraternidad en el eje Plasencia-Cáceres" y advirtió que la candidatura de Victoria Domínguez es irrevocable porque "es un acuerdo garantizado por la legalidad estatutaria y goza del apoyo político".

Tampoco Domínguez valoró las descalificaciones que le ha dedicado Díaz más allá de apuntar que "es para reírse porque nací a once kilómetros de Plasencia y me cuesta justificar que estoy orgullosa de ello y de trabajar por esta ciudad a la que he demostrado responsabilidad y lealtad". En su favor, Bernáldez resaltó que ha sido la elegida para encabezar la lista porque "es una mujer que patea la calle, se para y habla con la gente, tiene los oídos abiertos", pero también "un corazón grande. Me impresionó cuando la llamé para anunciarle su candidatura y prueba de ello es que se fue a llevar un ramo a la Virgen del Puerto". Ella respondió que "no se sé si grande, pero aseguro que tengo corazón, que quiero esta ciudad y quiero trabajar por ella...y no merece la pena distraerse en anécdotas, que aquí no sobra nadie".