Al menos un año después de realizarse un estudio sobre el tráfico, el cruce de la avenida Virgen del Puerto con la calle San Fulgencio sigue regulado por avispas donde debía haber un semáforo, según el compromiso adquirido con la empresa que lo redactó por encargo municipal, mientras la asociación de vecinos de Miralvalle y la dirección del colegio San Calixto están pidiendo que se controle más la velocidad.

"En caso de ser adjudicatario --recogía la oferta de la empresa Sice, con fecha de octubre del 2005-- realizará todo lo expuesto en esta memoria", la cual incluía un gasto de 20.000 euros para hacer el estudio en sí; 6.224 para la adaptación de los semáforos de la avenida del Valle; 45.732 para pintar unos 120 pasos de peatones y 13.544 para instalar semáforos en la avenida Virgen del Puerto. Sice resultó adjudicataria y ejecutó todas estas obras salvo la última.

Los responsables de la empresa solo sugirieron ayer que depende del ayuntamiento. "Nosotros --se limitaron a decir-- lo que hacemos es cumplir con la orden del político o el técnico correspondiente" y remitieron al concejal de Tráfico, Blas Raimundo, con quien el Periódico trató de hablar sin éxito.

Las avispas de Virgen del Puerto, como se conocen popularmente a las bandas reductoras de velocidad, fueron las primeras en instalarse con el argumento de controlar el exceso de velocidad en una avenida con mucho tráfico y el paso continuo de peatones, sobre niños, a la Coronación y ahora al colegio.