El exvicario de Asuntos Económicos y exdeán-presidente del cabildo de la catedral, Virgilio Vegazo, recibirá mañana un homenaje organizado por sacerdotes y seglares amigos. Tras su reciente jubilación, el sacerdote hace un repaso a su trayectoria y reconoce que "siempre es una gran satisfacción que reconozcan tu labor".

--Después de 26 años formando parte de la estructura diocesana, llegó el momento de la jubilación

--En septiembre, el obispo nombró a nuevos vicarios y a mí me llegó el tiempo de la jubilación, renuncié a todos mis cargos, el obispo lo aceptó y nombró a nuevas personas. La renovación del personal cada cierto tiempo es normal y, sobre todo, necesario.

--¿Recuerda sus comienzos?

--Sí, empecé en 1981. Primero fui administrador, después ecónomo, más tarde diocesano y, finalmente, vicario episcopal para asuntos económicos. Además, desde 1991 también he sido deán de la catedral.

--En todo este tiempo ¿con cuántos obispos ha convivido?

--Cuando comencé estaba Monseñor Villaplana, le sucedió el obispo Martínez Acebes, después llegó don Carlos y ahora don Amadeo. Han sido cuatro obispos pero también tres responsables que han regido la diócesis en tiempos de sede vacante. Estos fueron don Jesús, don Ciriaco y don Juan Bautista.

--De todos los cargos que ha sustentado ¿Con cuál se quedaría?

--Sin duda, el que más me ha gustado ha sido el de deán de la catedral. Esto es porque la catedral es la primera iglesia de la diócesis y porque desde hace un tiempo se ha puesto mucho interés por parte del cabildo en restaurarla y remodelarla en todos los aspectos que necesita la catedral. Este edificio, con 500 años de historia, ha entrado en vejez y era necesaria esta remodelación.

--¿Está orgulloso de haber conseguido la restauración?

--Mucho. Además, he de destacar que desde los cargos que me han encomendado como administrador de la diócesis, uno de lo más importantes ha sido el de atender la restauración de templos, ermitas y patrimonio de la diócesis, que es necesario que esté bien atendido y dispuesto para el culto pero también para la contemplación de la sociedad.

--Hablando de patrimonio... ¿Conseguirá Plasencia la declaración de Patrimonio de la Humanidad?

--La ciudad tiene elementos de consideración para iniciar un expediente e intentarlo. Tenemos la catedral pero también muchas iglesias y otros edificios.

--Ha sido uno de los artífices de Proyecto Hombre en la ciudad, ¿seguirá en ello?

--Hasta que nombren a otro, seguiré yo. Desde 1992, cuando se inició el programa en la ciudad, el obispado me lo encomendó. Mi labor es representar la fundación con el fin de recaudar fondos porque se necesitan bastantes recursos. De momento, está dando buenos resultados y tiene gran acogida por parte de los ciudadanos. Esperamos que siga así.