Sólo 25 personas y la mayoría niños acudieron ayer al llamamiento de una fundación nacional de defensa del medioambiente para limpiar las riberas del río Jerte, pero en cuestión de dos horas recogieron hasta 3.000 kilos de basuras que los ayuntamientos del Valle se han comprometido a hacer desaparecer.

La fundación Rapala ha dedicado toda la semana a hacer lo propio con la colaboración de los escolares de los municipios jerteños, hasta 200, y ayer era el día de los voluntarios cuyo punto de encuentro fue el popular Regino , de donde fueron trasladados en autobús al pantano por la vieja carretera N-110. "Ahí y en el campamento de temporeros hemos sacado en dos horas lo inimaginable hasta 3.000 kilos de basura" explicó Ana Luque, que es la coordinadora de una campaña que ha recalado por primera vez en Extremadura y lleva recorrida media España con la noble tarea de concienciar a todos en el mantenimiento de la naturaleza. En la zona quedarán unos paneles que invitan a seguir la senda.