El rastrillo de la delegación local de la Asociación Oncológica Extremeña es como el turrón, que vuelve a casa por Navidad. Son muchos los placentinos que esperan su apertura para adquirir los regalos navideños y precisamente, el colectivo ha animado a pasar por la exposición de productos y aprovechar para comprar lo que después regalarán, porque lo harán además, con un objetivo solidario.

Porque el rastrillo es una actividad más, y ya tradicional, con la que cuenta la asociación para reunir fondos, que suele destinar a la investigación del cáncer y al mantenimiento de los gastos de su sede.

Y es que, dado el elevado número de enfermos de cáncer, esta es una sede en constante actividad. Un ejemplo son los talleres de manualidades y costura, en el que participan los propios pacientes. De sus manos han salido los productos que, desde ayer, se pueden adquirir en el rastrillo, ubicado en la Sala Verdugo (calle Verdugo).

Ayer por la tarde se inauguró y estará abierto hasta el próximo sábado. El horario de apertura será de once a 13.30 horas y de cinco a 19.30 horas, a excepción del sábado, que abrirá solo en horario de mañana.

Además de productos de los talleres, hay otros «que particulares realizan en sus casas y han decidido donarlos para esta ocasión», lo que la AOEX agradece. Hay piezas de artesanía, pintura, textiles y bisutería.