La rápida intervención de los camareros del Español evitó la madrugada del viernes que las llamas se extendieran a los toldos de las viviendas próximas a los soportales de la plaza donde el comercio abandona cada día los cartones a falta de contenedores. "Es la tercera vez en los últimos meses que ocurre" cuentan los improvisados bomberos que salieron con sus extintores al igual que acudieron después los camareros del Yellow y, entre medias, la policía local.

Esta vez ocurrió en la esquina con la calle Pedro Isidro y provocó una intensa humareda. Las llamas eran altas y se cree que causadas por una colilla como en otras ocasiones por el intenso foco de luz sobre el que en la plaza o en la Puerta del Sol acostumbran no pocos comerciantes a depositar basuras.

"Que nos pongan contenedores de cartón cerca y no los dejaremos en la calle" indicó ayer un comerciante de la calle del Sol, donde queda un reguero de cartones cada tarde al cierre de los comercios, lo que incumple la ordenanza municipal de limpieza. Mientras el ayuntamiento no acaba de dar una solución al problema, se pueden causar otros más graves por el fuego.