Para ellos no podía haber mejor forma de empezar el año: hasta siete niños han venido al mundo en Extremadura en las horas previas y posteriores a las campanadas. Entre ellos Dylan, el primer bebé de la región en este 2018 y el segundo de España al nacer en Plasencia tan solo un minuto después de las 12.

Unas horas más tarde, a las 5.40, llegaba Carmen en el hospital de Llerena, que ha sido la primera niña de la provincia de Badajoz. Después han venido Naiara, a las 6.10, y María, un minuto antes de las siete, en Badajoz; Isco en Mérida a las 8.15 y Claudia en Cáceres a las 9.45. Todas las familias se mostraban ayer rebosantes de felicidad y coincidían al afirmar que para ellas este nuevo año no podía haber empezado de mejor manera.

Dylan Sánchez Viejo, el primer bebé del año en Extremadura, nacía en el Hospital Virgen del Puerto de Plasencia a las 00.01 horas de ayer con un peso de 3,3 kilos. Además de ser el primer extremeño del año, es el segundo niño nacido en España en 2018 y primer varón, pues llegó solo unos segundos después que la pequeña Raisa, que vino al mundo con la última campanada en el Hospital del Mar de Barcelona.

Dylan Nació por cesárea y tanto él como su madre estaban ayer en perfecto estado. Es el primer hijo de Cristina y Daniel, residentes en La Pesga. «Es muy bueno y no da guerra ninguna, muy tranquilo», decía ayer su madre en declaraciones a Canal Extremadura Televisión. La pareja es natural de La Pesga y volverán a casa con un jamón bajo el brazo, regalo que les entregarán hoy dos establecimientos de la capital del Jerte.

El segundo bebé en venir al mundo en la región y primera niña ha sido Carmen González Ramos. Sus padres son de Fuente del Maestre y la pequeña nacía a las 5.40 horas en el hospital de Llerena, según informó el Servicio Extremeño de Salud (SES).

En el hospital Materno Infantil de Badajoz fueron dos niñas los primeros bebés nacidos este año. A las 6.10 de la mañana llegó al mundo Naiara García Samino, hija de una pareja de Alburquerque. La niña nació por cesárea y ella y su madre se estaban recuperando aún ayer al mediodía. Sí estaba ya en planta la pequeña María, a la que su madre, Florencia Silva, dio a luz un minuto antes de las siete de la mañana. Pesó tres kilos y es «clavadita» a su padre, Narciso Horrillo, según la familia. Florencia se puso de parto el viernes, pero María se hizo la «remolona» y no llegó hasta el año nuevo.

«Ha sido muy duro, pero estamos muy contentos con nuestra princesa», aseguraba su madre. Es la primera hija de este matrimonio que reside en Badajoz. Su nombre es un homenaje a las abuelas, pues ninguna de ellas vive y ambas llevaban en su nombre el de María. «No hay mejor regalo que ella, ya no nos hace falta nada», aseguraba Florencia sin dejar de mirar a la niña. Narciso no se ha separado de su mujer ni un momento desde que llegaron al Materno. El personal del hospital compartió con él su cena de fin de año y las uvas, que se las tuvo que tomar mientras que Florencia simulaba las campanadas porque en la sala de monitores no había televisión y se quedaron sin batería en los móviles. «Fue muy gracioso, es una anécdota que recordaremos», comentaban entre risas.

Mérida y Cáceres

Por su parte, en Mérida el primer bebé del año ha sido Isco, hijo de Sara y Jesús, residentes en la barriada de Santa Eulalia de la capital autonómica. Isco venía al mundo a las ocho y cuarto de la mañana con un peso de tres kilos. Su madre ingresó a las dos de la madrugada (pudieron cenar en casa, según contaron entre risas) y tras pasar «los dolores pertinentes» el pequeño nacía mediante cesárea. Ambos se econtraban ayer en perefecto estado y del pequeño no se separaba Iván, su hermano mayor de seis años. Junto al padre, presumían de madridistas con el pequeño.

Además de Isco, en el hospital de Mérida también vino al mundo Cristhian, el último bebé del 2017. Nacía a las 5.20 de la tarde por parto natural con un peso de 3,510 kilos. Es el primer hijo de Vanesa Díez, natural de Torremejía, que se tomó las uvas con su familia el hospital viviendo así «una Nochevieja diferente».

Por su parte, la primera cacereña del año se hizo esperar. Claudia Carrasco Nieto nació a las 8.45 horas en el hospital San Pedro de Alcántara tras casi 24 horas de parto. Pesó tres kilos y 240 gramos y midió 51 centímetros. Este año, a sus padres Carlos y Silvia, que residen en Miajadas, no les dio tiempo a comerse las uvas, pero no les ha hecho falta. «Es la mejor suerte», relataba su abuela Pilar justo en la puerta de la habitación donde se encontraba su primera nieta. Carlos apuntó que el nacimiento de Claudia estaba previsto para hoy, pero ya la semana pasada viajaron a Cáceres por lo que finalmente fue una falsa alarma de su nacimiento.

No fue hasta ayer, 1 de enero, un día antes, cuando tras un parto «lento y agotador», según palabras de Silvia, a primera hora de la mañana Claudia se convirtió en el nacimiento más madrugador de la capital. La pequeña tomó el relevo de Ángel, el último nacido del año en la ciudad. Sus padres residen en Cáceres y vio la luz a las 17.30 horas.

Por último, en el hospital de Coria, el último bebé en nacer fue Erick Luis Morán, que vino al mundo a las 13.45 horas del día 31. Fue por parto natural y sus padres son Carolina Morán y Juan Carlos Luis Zoccola, residentes en Coria. Erick es el segundo hijo de la pareja, que tiene otro bebé de 15 meses. H