La finca Los Cansaos, propiedad del torero extremeño Miguel Angel Perera y situada en el kilómetro 10 de la carretera Olivenza--Villareal, acoge hoy, a partir de las diez de la mañana, el I Concurso de Acoso y Derribo. El evento, organizado por el diestro madrileño Matías Tejela, concluirá pasadas las seis de la tarde y contará con 42 colleras ya confirmadas (lo que hacen un total de 84 caballistas) y con la presencia de importantes personalidades del mundo taurino como Julián López El Juli ; José Garrido; el Capea o Joselito.

"Antiguamente, al ganado se le acosaba y derribaba en el campo, pero en la actualidad este mundo ha evolucionado mucho", explica el propio Tejela, que tomará parte en el concurso junto a los otros diestros mencionados. Ahora, el acoso y derribo es un deporte reconocido por la Real Academia Ecuestre y cuenta con cuatro federaciones con reglamento propio a nivel nacional (la andaluza; la castellanomanchega, la castellanoleonesa y la extremeña). "Es una disciplina que ya goza de una cierta tradición" recuerda el diestro madrileño, que matiza que el hecho de que se organice en una finca de propiedad privada abierta a todo el público "sí resulta más novedoso".

Por ello, dentro de la propiedad de Perera se habilitará un espacio de aparcamiento para los coches de particulares; dos cantinas con comida y bebida (se ha confirmado la presencia de dos cortadores de jamón) y un estand de ropa. La jornada será retransmitida en directo por Movistar Plus, que desplegará cuatro cámaras y un dron para su cobertura. Además de los toreros mencionados, también participarán en el concurso algunos campeones de España de esta disciplina como el pacense Fernando Castaño.

COLLERAS Con las inscripciones ya cerradas, hay 42 colleras apuntadas, cada una compuesta por dos caballistas: un garrochista, encargado de derribar a la vaca; y un amparador, con la tarea de cansar y disminuir la velocidad del animal para que el garrochista pueda voltearlo. Todos los concursantes acudirán, como marca el reglamento, con un traje corto y monturas vaqueras y sus caballos deberán pasar los pertinentes controles de sanidad. La prueba dispondrá de un veterinario propio que examinará a los animales durante los momentos previos a la competición.

Respecto a la mecánica del concurso, y como explica Matías Tejela, se pintará un recuadro blanco (de 60 metros de ancho por 120 de largo) al final de una explanada de unos ochocientos metros. Por cada collera se sacarán dos vacas, una mansa y otra brava, y un jurado otorgará seis puntos por cada voltereta lograda y tres por cada echada. Ganará la pareja que consiga una mayor puntuación, y también se entregarán premios a la mejor voltereta o a la collera mejor presentada, entre otros. "Es una disciplina que requiere mucha velocidad y resulta muy difícil de realizar", mantiene el propio Tejela. Los galardones consistirán en monturas vaqueras, cabeceras o cestas de productos.

CONTENTOS "Estamos muy ilusionados. No es fácil poder reunir a tantos toreros para que puedan disfrutar de un deporte como este", insiste Tejela. La jornada contará con música durante todo el día y la entrega de trofeos está prevista para pasadas las seis de la tarde, ya que el concurso tiene que finalizar antes de que el sol abandone por completo la finca. Además, se intentará realizar un descanso cuando todas las colleras hayan efectuado su primer derribo, (primero se enfrentarán a las vacas bravas y después a las mansas), "aunque dependerá de cómo vayamos de tiempo", añadió.

El jefe de prensa y marketing del concurso, Manuel Terrón, invitó a la ciudadanía a ser partícipe de la iniciativa, que cuenta con el patrocinio como medios oficiales de el Periódico Extremadura y La Crónica de Badajoz, y con el apoyo de los ayuntamientos de Táliga y Olivenza, entre otras empresas. La organización indica que finca estará abierta durante toda la jornada.