Los días y años de esfuerzo de Juan Bautista por fin tienen recompensa. Una recompensa que se concentra en una sala de apenas 40 metros cuadrados de su casa y que ha tomado forma de belén. Y no de un nacimiento tradicional, con San José, la Virgen, el niño, la mula y el buey, si no de uno compuesto por unas 370 figuras.

Este joven dombenitense de 18 años y que estudia en el instituto Cuatro Caminos de Don Benito, recuerda que su afición por los belenes le surgió a muy temprana edad. Fue a los seis años cuando empezó a recopilar figuras y piezas de barro y tela que, como aclara, compra todos los años de la localidad murciana de Puente Tocino, famosa por la fabricación de este tipo de elementos navideños.

De esta forma fue juntando material hasta que al final reunió más de 300 piezas, por lo que creyó que era el momento idóneo para montar el belén .

Este se puso manos a la obra y, tras visitar varios belenes de la región --le encanta el de Guadalupe--, se encargó de elaborar él mismo las edificaciones y la decoración a base de escayola y poliestileno, confeccionando una auténtica obra de arte. En éste se hace de día y de noche, sale humo de la hoguera y el agua del río corre.

Tan orgulloso estaba de su nacimiento que el año pasado decidió abrirlo al público por primera vez, contando con la respuesta y felicitaciones de sus vecinos. De hecho, merced a la voluntad de éstos recaudó unos 90 euros que, como no podía ser de otra forma, ha utilizado para comprar más figuras.

DE NUEVO, ABIERTO

Tan satisfecho quedó de la experiencia que este año de nuevo ha decidido abrir las puertas de su casa en la calle Buenavista 14-A, para que todo el que quiera visite su belén.

Juan tiene muy claro que su ilusión sería montar un belén el doble de grande que el actual. No obstante, en su afán de perfeccionarlo, de cara al próximo año piensa encargar a la fábrica de Puente Tocino que le hagan figuras especiales y no habituales.