Un centenar de familias de las barriadas Mirador de Jerez, Santa María, Santiago, Cañito Bajo, Los Naranjos, calle Juan Alfonso de Ladera, Monte Dorado, Ladera de Santa María y calle Nueva de Jerez de los Caballeros han solicitado en un escrito al alcalde de la ciudad, Carlos Angulo, el traslado del botellón que se celebra los viernes en las inmediaciones del Parque de Santa Lucía, por los perjuicios que supone para las familias que viven en los alrededores.

Según el escrito, resulta imposible el descanso en las viviendas situadas a menos de cincuenta metros del botellón por el fuerte ruido y las constantes idas y venidas de coches y motocicletas hasta altas horas.

También denuncian que la proximidad al casco urbano provoca numerosos incidentes con los vecinos, entre otros motivos, por la suciedad que genera la gran concentración de jóvenes.

El edil jerezano recibió a los representantes de estos vecinos el pasado mes de marzo, sin que hasta el momento se haya dado una solución al problema, motivo por el cual están tramitando la constitución de una asociación para solicitar, por vía legal, el cumplimiento de la Ley de Convivencia y Ocio en Extremadura. Esta norma fija que se deben establecer las medidas oportunas para compatibilizar ocio y convivencia. "Entendemos que en la actual ubicación no existe la integración de ambos elementos, quedando supeditada la convivencia al ocio", alegan.

Las familias afectadas proponen el traslado del botellón a los bancales de tierra del recinto ferial, alejado de las viviendas y con sanitarios. Zona que es utilizada por los jóvenes para celebrar estos botellones en determinadas fechas del año como en la pasada feria de agosto.

Los vecinos quieren dejar claro que respetan el derecho de los jóvenes a divertirse, siempre que se respete el derecho al descanso del resto.