La Audiencia de Badajoz ha condenado a Claudio D. B., por falsedad en documento mercantil con la agravante de abuso de confianza y por apropiación indebida con la atenuante de reconocimiento, a 23 meses de prisión y a indemnizar con 323.606 euros a Caja Extremadura, entidad financiera afectada por los hechos ocurridos entre diciembre del 1997 y febrero del 2003. El fallo se puede recurrir en casación ante el Supremo.

El ahora condenado era director de una oficina de Caja Extremadura en San Vicente de Alcántara, donde se apropió de la cantidad mencionada mediante operaciones que requerían falsificar documentos tanto de la entidad de ahorro como de los propios clientes titulares de las cuentas, de las que se servía para sus fines y contando con que ningún operario revisaría dichas operaciones.

El tribunal ha hecho suya la correlación de hechos expuesta por el fiscal y considera que el condenado ha resarcido mínimamente a la entidad en lo detraído. A las penas señaladas hay que añadir las multas de cinco meses y 29 días a seis euros diarios y otra de cuatro meses y 15 días a la misma cantidad. En este caso, Caja Extremadura es la única perjudicada, pues ésta resarció a los clientes afectados las cantidades detraídas.