La Delegación de Asuntos Sociales inició ayer un estudio sobre la situación de los inmigrantes en la Villafranca de los Barros, para evitar sucesos como ocurrido este sábado, en el que ardió un piso con dos niños ecuatorianos solos en su interior, ya que sus padres se encontraban trabajando en el campo, y que pudieron ser rescatados por los bomberos.

La concejala de Servicios Sociales, Ana Díaz, manifestó que según los últimos contactos mantenidos con Cáritas, no han observado esta problemática en otras familias, que tienen a sus hijos escolarizados con normalidad.

La familia de origen ecuatoriano venían de Murcia y tenían pensado quedarse en Villafranca hasta finales de mes, ya que tenían alquilado el piso hasta el día 31. Después pensaban trasladarse a Huelva para trabajar en la campaña de la fresa, aunque tras el incendio del sábado ha dejado apresuradamente la localidad.

El ayuntamiento ya había buscado una pensión para que esta familia pudiera quedarse hasta que finalizase su trabajo en el campo y la consejera de Bienestar Social, Leonor Flores, había tramitado la estancia de los menores en el centro infantil de Villafranca.

La consecuencia de la salida precipitada de esta familia, que rechazó estos ofrecimientos, se interpreta como el miedo a las consecuencias por la negligencia cometida, a pesar de que tienen permiso de trabajo legalizado en España.