La estatua del Sagrado Corazón de Azuaga reposa desde ayer en un pedestal al aire libre en la explanada de la ermita de San Blas, desde donde domina toda la población. Esta imagen, de unos 3.000 kilos de peso, permanecía encerrada en la ermita de San Blas desde que se esculpió y llegó a Azuaga, hace más de setenta años.

La Comisión del Sagrado Corazón de Azuaga, cuyos miembros han trabajado durante años desinteresadamente para que la estatua permaneciese al aire libre, han sido los encargados de organizar esta iniciativa y de recaudar los fondos necesarios para llevarla a cabo.

OPCIONES Para llevar a buen término la operación sin que la imagen resultara dañada se habían barajado diversas opciones para sacarla de su encierro, siendo al final la apertura del techo de la ermita, la alternativa elegida.

Tras destechar parcialmente la ermita, y mediante una gran grúa móvil, se ha elevado la imagen del Sagrado Corazón lo suficiente para depositarla en la explanada, desde donde la misma grúa, una vez realizadas las maniobras necesarias, la ha vuelto a recoger para depositarla de manera definitiva sobre el pedestal que se había fabricado para ello.

Según ha informado la Comisión del Sagrado Corazón, más adelante se realizará un acto oficial para celebrar la salida al exterior de la imagen, pero de momento ya se puede contemplar desde muchos puntos de Azuaga esa estatua que, desde la fecha del 3 de octubre, posa su mirada sobre la población.

El Sagrado Corazón de Jesús es una obra atribuida a Pío Mollar Franch, presentándose como un Cristo colosal, con amplia túnica plegada y pies descalzos dispuestos sobre una esfera rodeada de nubes. Pesa alrededor de los 3.000 kilos y su altura alcanza los 3 metros.