Monesterio: Un pueblo para vivir, y con muchos motivos para soñar». Gonzalo Martín, presidente de la Casa de Extremadura en Sevilla, sintetiza con esta expresión los lazos de amistad que unen al colectivo que representa con la localidad por la que desde el sur, se accede a Extremadura. Hace veinticinco años, la Casa de Extremadura en Sevilla celebró su primera matanza tradicional en Monesterio. Durante este cuarto de siglo, los sevillanos afincados en la capital andaluza han recorrido veinticuatro poblaciones extremeñas en un «periplo matancero» que regresó a Monesterio para celebrar sus bodas de plata.

Más de trescientos socios acudieron a esta cita que se celebró en el cortijo Los Cotos, donde, a primeras horas de la mañana, fueron recibidos con las tradicionales migas extremeñas, acompañadas de café, aceitunas, perrunillas y aguardiente.

Antes del sacrificio del cerdo, el auditorio municipal de la casa de la cultura acogió los actos de celebración de este aniversario, en el que participaron el presidente de la asociación, el alcalde, Antonio Garrote y el doctor Ángel Núñez, con un pregón de exaltación al jamón ibérico de Extremadura. Garrote puso de manifiesto los «sentimientos mutuos» de amistad existente entre Extremadura y Sevilla. El alcalde, que agradeció la elección de Monesterio para el desarrollo de esta actividad, afirmó sentirse orgulloso de «recibir y estrechar lazos», con Sevilla, desde una localidad que «ha sabido guardar, mostrar y vender con seriedad y elegancia», sus tradiciones.

Gonzalo Martín entregó al primer edil la placa cerámica conmemorativa y la insignia Giralda Encina de Oro, como muestra de agradecimiento, por «el cariño con el que se nos trata desde Monesterio». Por su parte, el alcalde,hizo entrega Martín del símbolo local, galardón análogo miniaturizado del jamón de forja que recibe desde Extremadura a quienes entran en esta tierra desde Andalucía. Del mismo modo, en su condición de diputado provincial, Garrote, en nombre de la institución provincial, agasajó a la Casa de Extremadura en Sevilla con una colección de publicaciones y material audiovisual de los pueblos y ciudades de Badajoz.

Antes de abandonar el auditorio, los asistentes disfrutaron de la actuación del grupo de coros y danzas Nuestra Señora de la Antigua, de Mérida, cuyo presidente, Luis Valiente, acentuó «la gran amistad» que une desde siempre a este colectivo con los extremeños en Sevilla, motivo por el cual «hemos querido estar presentes en esta celebración».

Tras la obligada visita al Museo del Jamón, los asistentes fueron invitados a recorrer Monesterio y visitar sus tiendas de productos ibéricos, para, posteriormente regresar al cortijo Los Cotos, donde, tras la matanza didáctica y el despiece del cochino ibérico, se inició un suculento almuerzo en el que no faltaron las pruebas de chorizo en greña, o los asados de costillas, lomo, secreto, solomillo y cabezal. Las degustaciones finalizaron con un suculento guiso de papas con huesos. Y de postre, naranjas de La Algaba y dulces típicos de la localidad. La tarde se prolongó hasta entrada la noche, con acompañamiento musical y regreso a Sevilla sobre las 21.00 horas.