Con la participación de los habitantes de la localidad y durante varios meses se han preparado con botellas de plástico, latas y tetrabrick recopiladas en un local municipal, la elaboración e instalación de los adornos de Navidad por las calles y la plaza principal de Entrín Bajo.

Con 800 vecinos, el municipio adorna el pueblo desde 2015 con material reciclado. Su alcalde, Eduardo Jiménez, recuerda que esta realidad surgió del colegio público, donde un grupo de escolares de Primaria, aconsejados por su profesora, presentaron al ayuntamiento una prueba del proyecto que fue aceptado de inmediato.

Desde entonces unas 7.000 botellas de plástico cuelgan por calles en forma de guirnaldas y adornos, destacando el árbol de Navidad y un gran muñeco de nieve.

El día 6 de diciembre se procederá al encendido del alumbrado navideño. Para su alcalde, el proyecto no sólo es respetuoso con el medio ambiente si no que favorece la educación en valores medioambientales y convivencia. Esta misma opinión es suscrita por el diputado delegado de Promedio de la Diputación de Badajoz, entidad que colabora con el municipio, Manuel Antonio Díaz, quien muestra su satisfacción por esta idea «singular y participativa». Según Díaz, «para Promedio es una lección de todo un pueblo en la que se educa en el reciclaje desde niños para lograr un planeta sostenible y mejor».