El Festival Medieval Villa de Alburquerque, declarado de Interés Turístico Regional, celebra del 13 al 15 de agosto su XVI edición, en la que participaran alrededor de 1.000 alburquerqueños de forma altruista, siendo la boda de Don Pedro de Portugal y Doña Inés "Cuello de Garza", personajes del siglo XVI, el hilo conductor del festival, según la agencia EFE. Entre las principales novedades del festival figuran "que este año se prolongará un día más, los escenarios cambiarán para sorprender al espectador, el mercado será más amplio que en la edición pasada y habrá más puntos para comer y beber". según ha expresado el alcalde de la localidad. Además de potenciarse algunos actos, se celebra por primer año un Encuentro Internacional de poesía y narración oral en el que intervendrán nuevos juglares, poetas y cuentacuentos procedentes de Argentina, Chile, Sáhara, Cataluña, Valencia, Madrid, Valladolid, Cádiz y Extremadura. Entre las actividades más destacables de esta edición se encuentran el pregón anunciador que convocará a residentes y visitantes desde la Torre Rocha, el jueves, precedido de un pasacalles y fuegos artificiales; la danza de la muerte, que mezcla teatro y danza; y la llegada de Don Pedro se producirá el viernes, recorriendo las calles más céntricas de la ciudad. También sobresale la Cena Medieval, para la que hay que realizar reserva en la oficina de turismo (924401202), y en la que se pueden catar los sabores medievales. El programa se completa con la boda entre los dos protagonistas, Don Pedro de Portugal e Inés de Castro, y por supuesto los juegos y torneos medievales a caballo.

Una recreación especial de los amores entre los dos protagonistas, una historia en parte legendaria, en parte real, sobre la que un grupo de músicos deleitará al público con romances medievales, sirve de hilo conductor del festival. La localidad se llenará de ambiente medieval con la confluencia de las manifestaciones artísticas y tradicionales de las tres culturas: árabe, cristiana y judía. El ambiente, como en cada edición, estará repleto de simbología medieval ya que, aunque la realización recae sobre un centenar de personas, la práctica totalidad de los habitantes de Alburquerque se involucran en la fiesta adornando sus fachadas y vistiendo ropas de la época. Los visitantes podrán acudir al Museo Medieval o la sinagoga y podrán escuchar las historias de los cuenta cuentos. El alcalde, Ángel Vadillo, señala que el objetivo es conseguir que Alburquerque se convierta en una ciudad de vacaciones promocionando su patrimonio histórico y natural.

En este sentido, explica que el Festival supone un instrumento imprescindible en su promoción.