Un hombre de unos 70 años, Hermenegildo Carretero, vecino de Montijo, falleció la tarde de ayer ayer en el Hospital Infanta Cristina, de Badajoz, donde ingresó en estado grave, a causa de las heridas sufridas en una reyerta ocurrida en Montijo, entre ellas un corte en el cuello. Unas horas después, el supuesto agresor se entregó a la policía en la capital pacense, según han confirmado a este diario fuentes de la Guardia Civil.

El suceso tuvo su origen en un lugar conocido como los Pisos de Invecosa, en la barriada de Las Cumbres, en Montijo, donde al parecer el fallecido tenía una vivienda de su propiedad, en la que vivía el supuesto agresor, un varón de unos 36 años, como inquilino, según testimonios de algunos vecinos del lugar recogidos por la publicación local Crónicas de un pueblo.

Los hechos sucedieron hacia las 13.45 horas en el citado lugar, donde se originó una discusión de entre ambos hombres al reclamar el dueño de la vivienda una deuda al inquilino, llegando a producirse un enfrentamiento físico, en el transcurso del cual, el inquilino agredió a su casero, al parecer con una navaja. La víctima presentaba un corte en el cuello y varios golpes, según confirmó la Guardia Civil.

Enseguida acudieron la Guardia Civil, la policía local, una ambulancia UVI de la VIR de Montijo, cuyo equipo atendió a la víctima en el mismo lugar del suceso, con apoyo de voluntarios y un vehículo de la Cruz Roja, decidiendo, ante el estado que presentaba, su traslado al Infanta Cristina, de Badajoz, en una ambulancia que fue custodiada hasta la salida del pueblo por la policía local, y después, por carretera, por la Guardia Civil.

CUSTODIA HASTA EL INFANTA A la entrada en Badajoz les esperaban tres unidades de la policía local, que abrieron el paso al convoy hasta llegar al complejo hospitalario, a donde llegó la víctima en estado grave y, donde falleció hacia las 16,00 horas.

Por otro lado, el supuesto autor de los hechos salió en coche de Montijo y se dirigió hasta Badajoz, donde acudió a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, para entregarse.

Desde la Jefatura Superior de Policía se dio aviso a la Guardia Civil, que acudió a detenerlo y procedió a su traslado a las dependencias de la comandancia provincial, donde al cierre de esta edición permanecía a la espera de pasar a disposición de la autoridad judicial.