El consejero de Agricultura, José Luis Quintana, considera vital no bajar la guardia en el control de la sanidad en las cabañas de porcino ibérico e indicó que Extremadura cerró el 2005 con un descenso del 52% de explotaciones afectadas por el mal de Auyesky.

Así lo afirmó ayer en la inauguración de los VII Diálogos del Cerdo Ibérico, en Fregenal de la Sierra, destinado a los profesionales del porcino ibérico de Extremadura, Andalucía y Castilla la Mancha.

Quintana dijo que son cifras que siguen bajando "gracias al esfuerzo de los ganaderos, veterinarios y de la Administración".

Para velar por las condiciones higiénicas y sanitarias de las explotaciones, Quintana explicó que la Junta de cuenta con 286 agrupaciones de defensa sanitarias (ADSs), dirigidas por 129 veterinarios, que aglutinan a 15.000 ganaderos con más de 15 millones de animales.

Informó también de que en el sector porcino, 143.700 reproductoras y 894.300 animales de cebo están bajo la tutela de estas ADSs en Extremadura, un proyecto que cuenta con el apoyo del Ejecutivo regional, que subvenciona el 50% del coste del programa.

El consejero aseguró que la Junta dialoga con el Ministerio de Agricultura para que la Norma de Calidad del Ibérico no permita prácticas que no aseguren lo que establece.

De este modo, abogó porque se primen las visitas de campo sobre las analíticas y que se catalogue el cerdo como ibérico de bellota cuando sea engordado en la dehesa.

Por su parte, el director general de Ganadería del Ministerio de Agricultura, Carlos Escribano, destacó la importancia de un sector cuya producción alcanza ya el 20% de la exportación animal, y pidió un acuerdo para que se consiga una norma de calidad en los próximos años.