El juzgado de lo Penal número 3 de Huelva juzga hoy a J.L.V, G.T.R., J.C.M., S.V.C., y J.L.E, acusados de un presunto delito contra la salud pública y para los que la Fiscalía pide una pena de dos años, y contra G.T.R., J.L.V. y J.G.M., acusados de un presunto delito de falsedad en documento oficial y para los que el Ministerio Público solicita una pena de cárcel de otros dos años.

El juicio no pudo celebrarse el pasado 7 de noviembre debido a la ausencia de algunos de los testigos que tenían que prestar declaración.

Según la calificación provisional del fiscal, el pasado 11 de junio de 2003 se produjo un incendio en un secadero de Monesterio. Resultaron afectadas 43.000 piezas de jamones y paletas, que, según los análisis realizados, presentaban compuestos cancerígenos en la superficie del jamón, ya que el humo generado durante la combustión de los materiales plásticos podía contener compuestos de una elevada toxicidad.

Los jamones y paletas fueron declarados no aptos para el consumo por la Consejería de Salud. Así, el fiscal indica que se contrató la retirada y destrucción de los jamones afectados a una empresa en la trabajaban G.T.R., J.C.M. y J.L.V.

Estos tras personas, según la Fiscalía, actuando de común acuerdo y con el ánimo de obtener un beneficio ilícito, ordenaron los días 13, 14, 16, 17, 18, 19, 20, 23 y 24 de junio de 2003 que los referidos jamones y paletas fueran transportados y depositados en un secadero sin autorización sanitaria y propiedad del también acusado S.V.C. y en sendos secaderos pertenecientes al procesado J.L.E.

El fiscal considera que los jamones y paletas las tenían los procesados con ánimo de destinarlos al consumo de otras personas.