Personal de la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Extremadura realizó ayer una inspección de las instalaciones del hogar de pisos tutelados de ancianos de Zalamesa de la Serena, tras la denuncia efectuada por el PSOE de esta localidad acerca de presuntos malos tratos a usuarios de este servicio geriátrico.

Los socialistas afirman que los familiares de un anciano denunciaron ante el ayuntamiento y ante la Guardia Civil, los hematomas que éste presentaba en su cuerpo adjuntando el pertinente certificado médico y producidos, presuntamente, por una trabajadora.

El alcalde de Zalamea, Benjamín Sánchez, señala que la citada trabajadora le ha relatado que los hematomas en cuestión se produjeron cuando "obligaron al anciano a ducharse y le llevaron a la fuerza, ya que él no quería".

No obstante, éste indica que "al estar el hecho denunciado ante la Guardia Civil, ahora debe ser la justicia la que decida si realmente ha habido malos tratos o no".

Sánchez cree que en el fondo de la polémica está el enfrentamiento de las cuatro cooperativistas adjudicatarias, "que están divididas en dos grupos y enfrentadas y que están poniendo de su parte a los ancianos para obtener la renovación de la concesión que saldrá a concurso en breve". Por ello, dos ancianos se pelearon incluso ayer en defensa de las empleadas ante el personal de Bienestar Social.