Es la pérdida de un hijo y uno no se imagina lo que eso duele. Estamos consternados". Con estas palabras explicaba ayer el alcalde de Valle de La Serena, Martín Caballero, la situación en la que se encontraba su pueblo después de que Fernando V. G., de 15 años de edad, perdiera la vida al saltar de una tapia de más de cinco metros por la que había trepado para recuperar el balón con el que jugaba al fútbol en el polideportivo municipal.

Los hechos ocurrieron hacia las nueve de la noche del domingo: Fernando estaba jugando al fútbol con dos amigos --de 12 y 14 años-- en las instalaciones municipales cuando un tiro desafortunado "mandó el balón a una huerta colindante con las pistas". Entonces, el joven, en lugar de ir hacia la puerta de acceso a la huerta, "que ellos saben que siempre está abierta", decidió trepar por la tapia --formada por una pared de metro y medio y una valla metálica de tres-- para recuperarlo. "Ya se sabe, cosas de críos", señala el alcalde.

La primera hipótesis que se baraja, según el alcalde y los vecinos, es que el pie de Fernando quedó atrapado entre la pared y la valla y cuando se dispuso a saltar, quedó atrapado. Así, cayó de espaldas, recibiendo un fuerte golpe en la cabeza contra la pared, ya que según se cree, el joven no llegó a tocar el suelo.

Al lugar de los hechos se desplazaron una unidad medicalizada del 112 con base en Don Benito, un equipo del Punto de Atención Continuada (PAC) de Zalamea y una patrulla de la Guardia Civil de Badajoz que sin embargo, no pudieron hacer nada por salvar su vida ya que murió en el acto. "Todavía no nos explicamos bien qué ha pasado, porque los dos niños que le acompañaban, que son los únicos testigos --ya han declarado ante la Guardia Civil--, están muy nerviosos", asegura Caballero. "Pero todos estamos consternados. Es la muerte de un hijo y ya se sabe lo que duele", dice.

Fernando, que estudiaba primer ciclo de ESO en el instituto de Quintana de La Serena, era el único varón y el menor de cuatro hermanos. Pertenecía a una familia "muy querida en Valle de La Serena". Su padre es portugués, pero los vecinos le tratan como "uno más del pueblo", ya que lleva viviendo allí "más de 30 años". Su madre "es la que limpia el colegio" y tal vez por ello, todas las mujeres del municipio, en especial las que tienen hijos, se han volcado con ella".

El cuerpo del menor fue trasladado al Instituto de Medina Legal de Badajoz, donde se le practicó la autopsia en la mañana de ayer. Hacia las cinco de la tarde, según el alcalde, llegó al tanatorio de Quintana de La Serena, donde permanecerá hasta que esta tarde, familiares, vecinos y amigos le den el último adiós en el pueblo. "Incluso está previsto que se acerquen todos los compañeros de clase", afirma el alcalde.

Hasta el momento, la pista en la que Fernando ha perdido la vida no cuenta con vigilancia y según Caballero, "suele estar abierta todo el tiempo porque en época estival a los jóvenes les gusta jugar de noche". Hasta "esta desgracia", nunca había ocurrido nada y por ello desde el ayuntamiento, "tomarán las medidas que sean necesarias para evitar una tragedia similar".