El juzgado de lo Penal nº 2 de Badajoz ha condenado a la ciudadana rumana Angela Paduraru, de 43 años, por un delito de prostitución y corrupción de menores, a una pena de dos años y medio de prisión y a la pérdida del derecho de potestad de su hija por el mismo tiempo. Paduraru, además de permitir que su hija ejerciera la prostitución, se quedaba con el dinero que obtenía. También se le ha impuesto una multa de 18 meses a razón de 3 euros de cuota diaria.

En la sentencia, se considera probado que Angela Paduraru trabajaba en el Club Arango III de Villagarcía de la Torre, donde dejaba que su hija, Elena Popa, de 18 años en la actualidad, ejerciese la prostitución con 15 años, desde el 1 de enero del 2003 al 4 de febrero del mismo año, cuando fue descubierta por la Guardia Civil.

La menor trabajaba con el mismo régimen que sus compañeras mayores de edad, ya que cobraba el 50% de las consumiciones de los clientes con los que alternaba y las cantidades que le pagaban por pasar con ellos a las habitaciones privadas. El dinero que obtenía, una parte se lo daba al dueño del local y el resto a la madre.

En una de las conclusiones de la sentencia se señala que la acusada corrompió a su hija empleándola en el club en el que trabajaba, "y haciéndole partícipe de actividades sexuales a cambio de dinero", según el fallo.

En cuanto al dueño del club, Diego Domínguez Sánchez, de 66 años, a pesar de que el fiscal pedía dos años y medio prisión y multa, fue absuelto al considerar el juez que no había pruebas que demostraran que conocía que la joven era menor de edad, ya que según los agentes de la Guardia Civil que declararon en la vista oral, la menor tenía una apariencia de persona mayor.

En sus manifestaciones, Angela Paduraru, reconoció que era consciente de que estaba obligando a su hija a prostituirse, pero justificó su actuación alegando que la joven estaba casada en Rumanía y que su marido estaba en la cárcel.

También admitió que tanto ella como su hija habían falsificado el pasaporte, haciendo una fotocopia para cambiar la fecha de nacimiento de la menor. Esta copia fue la que entregaron al dueño del club de alterne para engañarle con la edad para trabajar.