Un ciudadano ecuatoriano resultó ayer herido con quemaduras en un pie y cortes en el cuerpo tras un incendio registrado en su puesto de venta en la feria de San Vicente de Alcántara. El dormía dentro en esos momentos. Las llamas se extendieron a otros 4 puestos, donde dormían otros tantos feriantes. El incidente, según fuentes municipales, fue provocado y tiene tintes racistas. Sin embargo, la Delegación del Gobierno señaló que no había constancia alguna de que el fuego fuese intencionado, y que la Guardia Civil no lo investiga como tal, y que además no se había presentado ninguna denuncia, algo que los afectados piensan hacer hoy.

Los hechos ocurrieron poco antes de las ocho de la mañana en el recinto ferial de la localidad, en fiestas hasta hoy, y donde los afectados tenían puestos de artesanía y textil. Las consecuencias podían haber sido fatales dado que el fuego se extendió entre puestos con lonas de plástico y bombonas de gas. La situación no ha ido a mayores porque rápidamente los vecinos del pueblo pacense han ayudado a sofocar las llamas, que han quemado también parte de la fachada del juzgado y un árbol.

Los vecinos se han volcado y el ayuntamiento ha puesto una mesa con un cartel para que la gente colabore económicamente porque los afectados lo han perdido todo, mercancía y enseres personales. El ayuntamiento les ha dado comida y Cáritas ropa.

"Estábamos dormidos cuando nos despertó el humo, salimos y estaban ardiendo las casetas, pero no vimos a nadie. Enseguida salió gente del pueblo y nos ayudó. Algunos lloraban. Ha sido increíble". Con estas palabra explicaba ayer Jorge Gustavo Amagüeña los hechos ocurridos con motivo del incendio que le dejó a él y a sus primos sin nada, y a uno de ellos con quemaduras de carácter leve.

Amagüeña, un joven ecuatoriano de 24 años con 8 de residencia en España, en Sevilla, donde trabaja la bisutería y artesanía, es una de las cinco personas que se encontraba durmiendo en el interior de las casetas afectadas por el fuego. Aunque todo mundo en el pueblo piensa que se trató de un incendio provocado, en una acción de carácter racista, nadie tiene seguridad de ello, ni los afectados.

Los cinco artesanos dormían cada uno en su caseta cuando a las 7.30 horas percibieron el humo. Salieron y no había nadie en la calle. El fuego arrasó las casetas y también la mayor parte della mercancía que llevaban, con la gravedad de que tienen los seguros caducados, señaló Jorge Gustavo, quien explicó que tras el incendio llamaron a sus familiares en Sevilla para contárselo, y que volverán hoy esa ciudad, después de presentar la denuncia ante la Guardia Civil.

Las pérdidas estimadas rondan entre los 15.000 y 25.000 euros por caseta y los cinco se afanaban ayer en recuperar cuanto podían de su mercancía, con la esperanza de llevarse al menos una cuarta parte de lo que trajeron. "Nos hemos quedado sin nada, lo hemos perdido todo", afirmó Jorge Gustavo, quien ayer se preguntaba de dónde sacarán "capital para empezar de nuevo". También contó que "vino la Guardia Civil y nos dijo que podríamos presentar denuncia, pero la policía local se ofreció a ayudarnos y el alcalde ha pedido a Cáritas que nos dé un sitio donde dormir, así es que la denuncia la pondremos mañana (por hoy)".