La obra Inés de Herrera, la niña profeta va camino de ser uno de esos eventos culturales que se convierten en tradición y que dotan de un marchamo especial a los municipios en los que se celebran. Así lo han entendido el ayuntamiento y los vecinos de Herrera del Duque que se implican de nuevo, el próximo fin de semana, tras la exitosa experiencia del estreno el verano pasado, en la representación coral de unos hechos que sucedieron en el municipio a finales del siglo XV y primeros del XVI, con una niña judeoconversa, Inés, que a sus doce años tiene visiones místicas proféticas que desencadenan la actuación de la Inquisición. Las representaciones tendrán lugar mañana 4 y sábado 5 de agosto, a las 22.30, en la plaza de toros del municipio.

La adaptación teatral ha sido realizada por el catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba Desiderio Vaquerizo Gil, y se basa en su propia novela, del mismo nombre, en la que recrea hechos históricos acontecidos en esta pequeña villa cercana al Guadiana, en los confines del Condado de Belalcázar.

Vaquerizo sí ha sido profeta en su tierra, pues el catedrático, investigador y escritor afincado en Córdoba es natural de Herrera del Duque, donde han acogido con entusiasmo esta historia en la que se recogen acontecimientos remotos, el judaísmo, los conversos, la maquinaria letal de la inquisición... Pero en la que no son remotas las emociones y actitudes de los seres humanos, que siguen los mismos patrones entonces y ahora, desde la ambición hasta la mentira, la bondad, la maldad, la intransigencia y la nobleza de espíritu. Lo mejor y lo peor de la condición humana están en Inés de Herrera, la niña profeta, con la que Herrera acomete un gran proyecto cultural participativo, como lo ha definido su alcalde, Saturnino Alcázar, en alusión al centenar de vecinos que participa en la representación, al estilo de obras de teatro popular asentadas, como la Fuenteovejuna cordobesa o El alcalde de Zalamea extremeño.

La organización es del ayuntamiento, con apoyo de la Junta de Extremadura, y la dirección de Esteban García Ballesteros. La obra cuenta, además, con una banda sonora original compuesta e interpretada en directo por Acetre, el mejor grupo de música folk de la región, por lo que la representación, que cuenta con cinco escenarios e incorpora también proyecciones en videomapping, aúna varias artes y se convierte en toda una experiencia para los sentidos.

Para su autor, «además de un ejercicio de cultura colectiva en estado puro, Inés de Herrera tiene mucho de metáfora. Es un canto a la tolerancia, un grito de libertad, un anhelo explícito e intemporal de paz, respeto y convivencia, de los que tan necesitada está la Humanidad aún en nuestros días».

Señala Desiderio Vaquerizo que «ver cómo el mensaje ha calado tan hondo en todo un pueblo, que ha decidido trabajar a una para recuperar a partir de ella las claves esenciales de su propia historia, representa para mí un orgullo y una satisfacción difíciles de describir; un sueño cumplido, que refuerza mis raíces y me anima a seguir trabajando. De ahí que no tenga más que palabras de agradecimiento».