El consejero de Sanidad de Extremadura, José María Vergeles, ha tranquilizado hoy a los vecinos del municipio pacense de Ahillones, tras los cuatro casos de leishmaniosis humana registrados en la localidad en los últimos meses, pues ha destacado que Salud Pública trabaja para que "esto se controle".

Vergeles ha indicado, además, que si bien la situación en Ahillones tiene la consideración de brote, porque existen varios casos agrupados en esa población, la realidad es que 2018 "es de los años que menos leishmaniosis tenemos en Extremadura", pues ha habido otros en los que se han dado nueve o diez casos por toda la región.

El consejero ha precisado que además de los cuatro casos detectados en esta localidad pacense, este año se ha diagnosticado uno más fuera de ese pueblo.

Ha explicado que la leishmaniosis es una enfermedad que padecen fundamentalmente los perros y las personas, aunque hay también especies reservorios que alojan el parásito, aunque no padecen la enfermedad, como ocurre también con los canes, liebres, conejos y otros animales silvestres.

Ha precisado, además, que la transmisión se produce por la picadura de un mosquito que previamente haya picado a algún animal o persona infectada.

La leishmaniosis puede manifestarse exclusivamente con lesiones dermatológicas, sin ningún tipo de repercusión en la salud humana, o de forma sistémica, que en esta caso afectaría al bazo, al hígado y a otros órganos del cuerpo.

En Ahillones, según ha explicado Vergeles, se han registrado cuatro casos de esta segunda modalidad, por lo que las personas afectadas se encuentran en tratamiento.

En ese sentido, ha explicado que, al tratarse de una enfermedad poco frecuente, "los profesionales tardan en realizar el diagnóstico correcto algún tiempo".

Por otra parte, según el consejero, se tiene que actuar en el campo de la prevención y por ello el área de Salud de Llerena- Zafra ha distribuido folletos y una carta entre los veterinarios para establecer las medidas de precaución correspondiente.

Se recomienda que las personas de esta zona se protejan de la picadura de los mosquitos, con la utilización de repelentes o mosquiteras, y no trabajen en las horas en que éstos más proliferan, en las primeras horas de la mañana y últimas del día.

José María Vergeles ha apelado también a la responsabilidad que puede tener la administración local para fumigar si hay más mosquitos de lo habitual, aunque ha especificado que no quiere decir con ello que este sea el caso de Ahillones.

Igualmente, ha dicho, tienen que actuar los veterinarios, "porque esto es una zoonosis, es decir una enfermedad que se puede transmitir de animales al hombre y, por lo tanto, los perros de esa localidad tienen que estar protegidos" con los collares antiparasitarios contra la leishmaniosis.

Vergeles ha reconocido que la enfermedad tarda en manifestarse, pues "entre que te pica el mosquito y desarrollas las enfermedad pueden pasar hasta doce semanas".