Gran corrida de toros la que envió Fernando Domecq. Brava, con movilidad, transmisión y mucho juego. Hubo matices, como por ejemplo los dos toros del lote de Perera, que no fueron claros y especialmente el último, listo y complicado. O el segundo de El Juli, que tuvo una mansedumbre tapada y embistió con bravuconería, pero codicioso y con entrega. El resto fue un ejemplo claro del toro necesario para que el público se divierta.

Ponce demostró su maestría en los dos. Al primero le realizó una faena larga, bien planteada y con muchos argumentos. Entendió al noble y buen Zalduendo y le planteó una lidia pulcra y variada con gran facilidad. El cuarto, montadito arriba, no se empleó en varas y parecía no tener fondo, pero la habilidosa técnica de Ponce sirvió para taparle los defectos y relucir virtudes. Faena de máximo interés por su planteamiento y desarrollo. La pena fue que el valenciano no estuvo certero con los aceros.

El Juli cuajó a los dos de su lote de forma magistral. No se podía estar mejor. A su primero lo veroniqueó a pies juntos, le hizo quite por chicuelinas y con la muleta un faenón largo e intenso en el que hubo mucha torería. Llevó despacio, con reposo y profundidad a un excelente animal que duró mucho en la muleta, al que el torero había cuidado en el caballo. Con el quinto, otra demostración de capacidad asombrosa. El Juli expuso con él, estuvo pletórico y aguantó las tarascadas de una embestida violenta. Toro enrazado y torero con raza formaron un trasteo de mucha intensidad.

VALIENTE Miguel Angel Perera apostó fuerte. Al tercero de la tarde le hizo un quite por tafalleras ceñidísimas sin mover los pies. Después, en la muleta, se pegó un arrimón, se metió en las cercanías y allí asombró. El sexto fue incierto, complicado y nada colaborador. Quiso aguar la fiesta pero Perera se la jugó de verdad, salió volteado y con una cornada en el muslo izquierdo, pero ni se miró ni dejó que le miraran. Continuó y lo mató de estocada entera. Al final, pasó a la enfermería y fue operado. Cayó otra oreja como premio al valor de un torero de peso.