Los vecinos de varias calles de la localidad han vuelto ha manifestar su malestar ante las molestias que causa el botellón que los jóvenes celebran cada fin de semana. Las quejas llegan desde las calles Colombia, Fray Alonso Cabezas, Vivero y Bolivia y, últimamente, también desde la calle Altozano.

Para solucionar en parte estos problemas, el ayuntamiento hace dos semanas cortó el tráfico de las vías limítrofes al estadio Francisco de la Hera e instaló urinarios portátiles en la explanada del antiguo matadero, lugar donde ahora se reúnen los jóvenes.

NUEVAS QUEJAS

Ante esta nueva ubicación, vecinos de la calle Altozano han remitido recientemente un escrito al alcalde, José María Ramírez, solicitando soluciones a la situación que todos los sábados por la noche se genera en la zona.

Este es el caso por ejemplo de Isabel Díaz, una vecina de esa calle almendralejense, quien apuntó que "cada domingo nos levantamos con la calle llena de orines, vómitos y suciedad, además entran en el portal e incluso fuerzan los buzones".

Otra de las molestias que se producen es la de los ruidos de los llamados coches discotecas que según cuenta la propia Díaz, "no nos permiten dormir hasta altas horas de la mañana, los ruidos son muy molestos, no podemos descansar por las noches".

Por su parte, el alcalde, Ramírez Morán , explicó que el problemas no es sólo legislar en torno al botellón , sino hacer normas que verdaderamente se puedan hacer cumplir. Para el alcalde, "no se puede, con seis policías que tenemos por las noches, controlar a más de tres mil jóvenes en el botellón ", advirtió Ramírez Morán. Además, el alcalde matizó que la solución es encontrar un espacio donde el derecho al descanso prevalezca.