Rafael Caraballo, a sus 85 años, recibió ayer en Zafra el Premio José González Barrero que, desde hace cinco años, otorga la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica José González Barrero de la localidad para significar la labor desarrollada por entidades o personas en pro de la solidaridad, la justicia, la tolerancia y la libertad.

El galardonado, que en la actualidad reside en Badajoz, agradeció emocionado el premio, "es como si me hubiese tocado la lotería", indicó.

Caraballo nació en Peñarroya (Córdoba) en el año 1920, aunque la mayor parte de su vida ha estado vinculado a Jerez de los Caballeros y Oliva de la Frontera. Tras el golpe de Estado de 1936 se trasladó con su familia a Portugal donde estuvo refugiado en campos de concentración. Después viajó a Tarragona donde con 16 años se incorporó al frente de Aragón.

Al finalizar la guerra fue detenido en Siruela y encerrado en el campo de concentración de Castuera, de donde pasó a Almendralejo, Madrid, Algeciras y Conil de la Frontera.

La presidenta de la asociación, Libertad González, destacó el sufrimiento, desde muy joven, de Caraballo y el de miles de españoles durante la guerra civil y el franquismo y le hizo entrega de una placa conmemorativa.