La Denominación de Origen Manzanilla Cacereña está respaldada por 40 cooperativas, nueve industrias del sector y siete mancomunidades de municipios del norte de la provincia de Cáceres, que comienza a funcionar en el transcurso del próximo año y comparte infraestructura y recursos con la del aceite Gata-Hurdes, según informa Europa Press. A nivel institucional, la iniciativa tiene el apoyo de las siete mancomunidades de municipios en las que se produce la variedad de aceituna manzanilla cacereña, que son Sierra de Gata, Hurdes, Valle del Jerte, Valle del Alagón, Plasencia, La Vera y Trasierra-Tierras de Granadilla. El presidente de este sello de calidad, Casto Prieto, se muestra convencido de que esta nueva DO "contribuirá a diferenciar y respaldar la aceituna que se produce en el norte de Cáceres de otras variedades que se encuentran en el mercado" e indica que el proceso de constitución "está siendo largo, entre otras cuestiones, por la crisis que atraviesan algunas empresas del sector". Prieto destaca que el nuevo sello de calidad coincide geográficamente con el de la Denominación de Origen Gata-Hurdes pero con la incorporación de los municipios de Plasencia y Moraleja. Los productos amparados son las aceitunas ennegrecidas por oxidación y las moradas naturales, exclusivamente de la variedad manzanilla cacereña. Historia del procesoLos primeros contactos entre responsables del sector y de la Administración regional para elaborar la solicitud de registro de la nueva denominación de origen tuvieron lugar en el primer semestre de 2005. La nueva denominación es una de las de mayor componente social de Extremadura dado el elevado número de profesionales a los que afecta, y contribuye a mejorar la comercialización de la manzanilla cacereña y defender el producto ante la agresión de otras variedades. Esta variedad es exclusiva del norte de la provincia de Cáceres, donde existen unos 10.000 olivicultores que cultivan 30.000 hectáreas y producen anualmente unos 50 millones de kilos de aceituna de mesa. En la actualidad existe un sello de calidad específico para el aceite del norte de la provincia de Cáceres, pero ninguna denominación de origen que ampare las aceitunas manzanillas cacereñas, de las que se extrae este producto. Los aceites proceden de las primeras aceitunas de la campaña, recolectadas y seleccionadas manualmente una a una según el ancestral método del "ordeño". Este aceite es ligeramente dulce con un gran equilibrio entre picantes y amargos y se caracteriza por la intensidad de su frutado, que le otorga unas características organolépticas que le diferencian del resto con aromas destacados de plátano, manzana y hierba recién cortada que le convierten en un aceite frutado verde dulce. El color es amarillo oro cuando el fruto está maduro y puede haber presencia de tonos verdosos, dependiendo de la época exacta de la recolección.