Ayer la figura de Carlos V y su retiro al Real Monasterio de Yuste volvieron a estar presentes en el más de medio millar de personas --quinientas de ellas inscritas-- que recorrieron el camino de la travesía carolina, que une las localidades de Tornavacas y Jarandilla, y que el Emperador de la Casa de Austria contempló el día 12 de noviembre del año del Señor 1556, siendo especialmente famosa la frase que pronunció en el Collado de las Yeguas, asegurando que no volvería a pasar ningún otro puerto, si no era el de la muerte.

Este domingo más de medio millar de caminantes de diferentes puntos de Extremadura y el resto de España, siguieron las huellas del monarca carolino, disfrutando de un magnífico día de campo, totalmente soleado y temperaturas muy agradables, para la época del año en la que nos encontramos. Al sol, en localidades como Aldeanueva de la Vera, se superaron los 30 grados centígrados a las 15.00 de la tarde.

Los paisajes que pueden contemplarse a lo largo de la ruta se encuentran en estos momentos espléndidos tras las lluvias caídas durante las últimas semanas. Están pintados de múltiples colores, como corresponde al otoño, debido a la gran cantidad de árboles de hoja caduca, castaños, chopos, cerezos, robles y helechos que acompañan al viajero a lo largo de diferentes tramos del camino, coincidiendo con las distintas altitudes del camino.

La de ayer fue la XXXI edición de la ruta más veterana de cuantas tienen lugar a lo largo del año, en torno a la figura de Carlos V, que desde hace más de tres décadas organiza el Club Placentino de Montaña. La salida en autobús de Plasencia hacia Tornavacas tuvo lugar a la 7.00 de la mañana. En la localidad jerteña los caminantes degustaron un desayuno con churros, servido por el grupo de montaña de este último municipio.

A las 9.00 quedó cerrado el control de partida cuando los primeros caminantes habían dejado atrás ya varios kilómetros de cuestas y enfilaban sus pasos a lo alto de la montaña que separa las comarcas del Valle del Jerte y La Vera.

Los primeros senderistas que llegaron al último control ubicado en el paraje de San Francisco, poco antes de entrar en el casco urbano de Jarandilla lo hicieron minutos después de las 12.00 del mediodía, mientras que los últimos alcanzaron este punto cuando el sol lanzaba agujas luminosas desde el horizonte montañoso. Los primeros en llegar fue un grupo de cuatro personas que llevaron a cabo la travesía corriendo, señalaron a este diario las personas que atendían el control situado en las inmediaciones de Jarandilla de la Vera.

Poco antes de que concluyera la caminata fuentes de la organización confirmaron que a lo largo de la jornada no se produjo ninguna incidencia, digna de ser reseñada, mientras los caminantes destacaban la bonanza climatológica y la "magnifica organización", junto con la belleza de los campos por donde pasa el trazado de la ruta, sin olvidar la dureza de la misma, que se prolonga a lo largo de los 25 kilómetros de que consta el camino por donde Carlos V decidió acortar el penúltimo tramo, desistiendo de llegar hasta Plasencia, cuando se dirigía a Jarandilla, donde permaneció hasta que concluyeron las obras de construcción del palacete donde vivió en Yuste. A cambio tuvo que hacer frente a una dura travesía por la montaña.