Este pueblo se sitúa en un terreno que es por lo general llano, aunque pueden observarse pequeñas ondulaciones que dibujan pequeñas elevaciones sin importancia. Su término municipal está bañado por los ríos Búrdalo y Alcollarín, ambos pertenecientes a la cuenca del Guadiana. En la formación vegetal de Abertura predomina el encinar y otras especies que componen el matorral. Es una zona en la que predomina el granito.

Sobre su fundación, la fecha no está muy clara, pero por los restos hallados se supone que es de la época romana e incluso anterior. La prueba está en la existencia de varias casas que tienen un esquema parecido a las romanas, con grandes losas de piedra que se encuentran en la puerta y con inscripciones. También se han descubierto monedas de plata y cobre, vasijas, esfinges de pequeños caballitos con jinetes, así como hoyos rectangulares de la estatura de una persona y multitud de ladrillos y baldosas cuadradas finas de color rojizo.

Esta localidad, situada entre la sierra de Montánchez y las Vegas del Guadiana, fue durante muchos años el paso del ganado lanar, vacuno y caballar trashumante que venía del norte de España, lo que provocó un crecimiento de la población desde principios del siglo XX que se prolongó hasta los años devastadores de la guerra civil. Desde ese momento, la emigración ha ido paulatinamente marcando el devenir demográfico que a finales del pasado siglo ya era un poco más estable, rompiendo esa tendencia de envejecimiento.

LA AGRICULTURA

La actividad económica predominante es la agricultura que junto a la ganadería ocupan a más del 60 % de la población. El resto de los sectores económicos copan un menor porcentaje de la actividad local. En lo que respecta a la agricultura predominan los cultivos herbáceos y el olivar.

De su patrimonio, hay que hablar de la parroquia de San Juan Bautista, iglesia románica en la que han transformado la planta rectangular y la techumbre de madera de aquellos primeros templos cristianos en planta de cruz latina y bóveda de cañón. Tiene una famosa torre de los templos cristianos con dos entradas completamente distintas, la principal de estilo gótico, con arco de punta u ojiva, mientras que la secundaria es románica, tiene un primer arco de medio punto. El retablo mayor es barroco.

Además, antes tenía dos ermitas, pero actualmente sólo existe la de Santa Ana, a la que los vecinos acuden cada año en romería, y a la que es costumbre llegar montado todo tipo de caballerías, aunque últimamente la utilización del coche ha hecho que la fiesta pierda el encanto y belleza de antaño.