La Mancomunidad Integral Villuercas-Ibores-Jara ha querido defender, a través de un comunicado, la gestión de los actuales gestores y responder a algunas críticas recibidas hacia su gestión. En el escrito explican que cuando la actual Junta Directiva tomó posesión en el 2011, la mancomunidad, "ya tenía una deuda de pago con Interlun SL -empresa adjudicataria del servicio de recogida de basura-, de 293.828 euros". "Esta no fue la única sorpresa con la que nos encontramos los nuevos gestores y nos preguntábamos dónde estaba el dinero pagado por los vecinos de los siete municipios mancomunados a este servicio".

En el escrito, según añaden, aseguran que "existían facturas pendientes a proveedores, una deuda con Caja de Extremadura de 500.000 euros y una organización que brillaba por su ausencia". "Cuando llegaban las navidades, las botellas de champán con cargo a la mancomunidad, también eran cotidianas y las visitas anuales a Fitur, con noches de hotel y pensión completa a cargo de la mancomunidad", añaden. Finalmente, confiesan que lo más fácil era extinguir la mancomunidad, pero su único fin es "intentar salvarla".

Sin embargo, la gestión de la actual Junta Directiva no satisface a algunos, como es el caso del alcalde de Cabañas del Castillo, Julio García, uno de los municipios que se ha quitado de la mancomunidad: "ha habido una mala gestión, antes y ahora", manifestó García que explicó que una mancomunidad tiene que servir para abaratar los costes de los servicios a los pequeños pueblos, sin embargo, en su opinión, "no se cumple ese fin". Como ejemplo citó que el Parque de Maquinaria para el que se destinó una elevada inversión, "tiene las máquinas casi siempre paradas". Además, hizo alusión al Plan de Dinamización Turística por el que la mancomunidad recibió 3 millones de euros, un dinero "que no se ha destinado para tal fin" y criticó que una partida que iba para el arreglo de la subida del castillo de su pueblo, "la hayan destinado para abrir dos bares".

También José Luis Robledo, expresidente de la mancomunidad, manifestó que cuando él ejercía de presidente "había muchos trabajadores, se desarrollaban muchos proyectos y muchos talleres de empleo". Reconoció que aquella etapa era difícil puesto que la mancomunidad pasó de 7 a 19 pueblos agrupados, pero "las cosas se hicieron bastante bien con las limitaciones económicas de aquel momento". Recriminó la gestión de los actuales gestores y como ejemplo citó que "actualmente los plenos brillan por su ausencia". Finalmente, advirtió que como la gestión "siga así, muchos pueblos se quitarán y la mancomunidad desaparecerá".