El consejero de Agricultura, José Luis Quintana, alertó ayer de que uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector de la cereza es el engaño que está sufriendo el consumidor cuando en los mercados se venden falsas picotas, ya que en realidad se trata de cerezas desrabadas mecánicamente. Quintana recomendó promocionar la cereza y la picota como productos de fácil consumo, beneficiosos para el organismo.

El consejero también anunció que va a pedir a Bruselas que incluya en la próxima Organización Común de Mercado (OCM), de Frutas y Hortalizas, que las cerezas no comercializables puedan retirarse de la venta, como el resto de las frutas, utilizándose la retirada como mecanismo de regulación de precios. Hizo estas declaraciones en Valdastillas con motivo de la reunión de trabajo que mantuvo con el Consejo Rector de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte.

No obstante, Quintana advirtió que la inclusión o no en la OCM, dependerá de como quede el articulado definitivo de esta última. En cambio, sí confirmó que las cerezas del Jerte van a estar presentes en el decreto de reconversión varietal. Indicó además que la Junta trabaja en la puesta en marcha de un seguro agrario para las cerezas, "que convenza a todos", además de destacar el esfuerzo que está haciendo el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte, para alertar al consumidor de engaños .

Sobre la plaga de orugas, dijo que los parajes más castigados se deben a que "no se han seguido los consejos" publicados en los boletines fitosanitarios, o las recomendaciones de los técnicos que trabajan en las once ATRIAS de la zona. De cara a la próxima campaña dijo que sólo se pueden hacer labores de prevención.

El presidente de las cooperativas, Angel Prieto, señaló que la cosecha actual de cerezas, que concluirá en las próximas semanas, rondará las 13.500 toneladas, "similar a la media de otras campañas", con precios algo superiores a los del año pasado.