"Era una zona de muy difícil acceso a causa de las condiciones del monte", comunicó ayer a este periódico Francisco Javier Morales Cortijo, el alcalde de Navalvillar de Ibor, localidad donde perdió la vida un joven de 18 años el martes tras caer en una cueva cuando practicaba escalada en la Sierra, concretamente en el Risco de la Cueva, como se conoce a la zona.

Los hechos sucedieron durante la tarde cuando, según el alcalde, el joven, que practicaba escalada con dos amigos sin equipo o material, "resbaló", cayendo al interior de una cueva "desde una altura considerable".

El principal problema, subrayó Morales, fue la tardanza con la que se evacuó el cuerpo del chico. "El aviso se dio sobre 18.15 horas y hasta alrededor de las 21.30 horas no conseguimos bajar el cuerpo. Pasaron tres horas", sostuvo. El motivo, según el alcalde, reside en que "enviaron un helicóptero pero no era de rescate", tras lo que "tuvo que subir gente del pueblo que conocía la zona y que le indicó a los bomberos, quienes rescataron el cuerpo, el mejor camino hasta arriba".

DIFICIL ACCESO Tal y como manifestaron ayer fuentes del 112, la primera llamada sobre el incidente se recibió a las 17.56 por parte "de los propios afectados", recoge el parte. Inmediatamente, el 112 alertó a Morales y llegaron a la zona un helicóptero medicalizado del 112, así como patrullas de la Guardia Civil, bomberos del parque de Navalmoral de la Mata del Servicio Provincial de Extinción de Incendios de Cáceres (Sepei), una unidad medicalizada del 112, un Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de Guardia Civil (Greim) y un helicóptero de rescate de Castilla y León. Sin embargo, "el complicado acceso al terreno demoró las labores de rescate", comunicaron ayer a este diario fuentes del 112.

Asimismo, según indicó Morales, el chico "residía actualmente con sus padres en Leganés", Madrid, aunque se trataba de un vecino más del pueblo, ya que "veraneaba anualmente" en Navalvillar de Ibor. La zona, a su vez, es una de las más transitadas por los jóvenes, que "van de excursión desde siempre", subrayó el alcalde, quien describió el fatídico suceso como "un accidente, algo fortuito", ya que "nunca había pasado algo así anteriormente".

Por último, Morales aseguró que "es tradición subir allí, aunque cada vez resulta más complicado porque no nos permiten hacer cortafuegos, que en caso como estos permitirían realizar una evacuación casi inmediata", descubrió.