Un centenar de vecinos de la mancomunidad, incluidos tres alcaldes, los de Ahigal, Santibáñez el Bajo y Mohedas de Granadilla, intentaron ayer sin éxito cortar la N-630 en su intersección con la CC-12.2 para protestar contra la diputación e instarla a que repare las vías, sobre todo los 12 kilómetros que enlazan la N-630 con Ahigal.

El intento de paralización se frustro debido a que instantes ante de la una de la tarde, hora prevista para su ejecución, unos 35 guardias civiles, entre ellos tres dotaciones de antidisturbios de Cáceres, lo impidieron con su sola presencia. No obstante, dialogaron para poder llevar a cabo su acción, aunque los agentes les informaron de que tenían orden de actuar "si se realizaba".

Finalmente, los manifestantes lograron que los agentes, con los que la relación fue cordial en todo momento, les dejaran colocarse a pocos metros de la nacional con pancartas solicitando el arreglo de las carreteras, que ellos cifran en menos de 300.000 euros (unos 50 millones de pesetas).

Los vecinos, que calificaron de excesivo el despliegue, no cesarán en su reivindicación y preparan nuevas protestas. De momento, Miguel Antonio García Pintor, presidente de la mancomunidad, y alcalde de Santibáñez (PP), y Santos Paniagua (PP), alcalde de Ahigal, han anunciado que ellos se encerrarán en sus ayuntamientos, el primero el martes, y el segundo el lunes.

La siguiente actuación será el fin de semana del 23 de enero con concentraciones en los dos pueblos, y un recorrido a pie de Santibáñez a Ahigal.