En Extremadura, junto con la batalla de la Albuera, fue en Arroyomolinos donde se produjo una de las más importantes victorias sobre el ejército francés. La batalla fue conocida como la Sorpresa de Arroyomolinos. En ella, un ejército aliado anglo-hispano-portugués, bajo las órdenes del general Hill, derrotó a las tropas francesas del general Girard.
Otro dato distintivo de esta localidad es que en la misma nació el ilustre molinero Francisco Cándido Pereira Bote, fundador del instituto pedagógico para niños, niñas y jóvenes retrasados mentales, psicopáticos o difíciles, primera institución española dedicada a este fin. Junto a esta labor, llevó a cabo otras muchas pero siempre relacionadas a la pedagogía de niños con retraso.
El pueblo de Arroyomolinos fue fundado entorno a 1228 por orden del rey Alfonso IX, aunque se sabe que los primeros asentamientos de poblaciones son del periodo Neolítico, como atestiguan restos como puntas de sílex y lo que se creen que son restos megalíticos en el paraje El Cerro de la Horca. También hay vestigios de la Edad de los Metales y sobre todo restos romanos dispersos por la zona como villas y numerosas aras y cipos.
LA ERMITA CRISTIANA
No obstante, los vestigios más importantes se encuentran en el emplazamiento conocido como Santa Marina, que fue una antigua ermita cristiana. Esta, en sus orígenes, se piensa fuera una importante villa romana. También existió una construcción de tipo militar en la finca Los Castillejos, lugar donde se sitúan los restos de un castillo. Restos hay también en el arroyo de los Molinos.
También hay presencia de judíos y mozárabes, como lo pone de manifiesto la calle Judería. Estos pueblos han dejado a su paso un sistema defensivo basado en pequeñas torres situadas en puntos estratégicos. Las dos más conocidas son la de Mudalpelo (finca La Jarilla) y la de Morrillas Madruga (Herrumbrosa).
A la hora de informar sobre sus monumentos, decir que el más importante es el de la iglesia de la Consolación, clasificada a finales del siglo XV o principios del XVI, y considerada como una de las joyas más importantes de la diócesis de Coria- Cáceres.
Si el visitante desea recorrer el entorno del pueblo debe hacer la ruta de Los Molinos, denominada así porque una buena parte de su recorrido se realiza por una garganta que alberga más de 30 molinos harineros, algunos de ellos romanos, o visitar el complejo turístico La Vera, situado a escasos kilómetros del pueblo dentro de la dehesa Vera, a las orillas de un cristalino pantano del mismo nombre, donde se instalan chozos, restaurantes y embarcadero en plena naturaleza.
