Los vecinos de El Batán, pedanía de Guijo de Galisteo, expresaron ayer su malestar por los malos olores y graves perjuicios para la salud que sufren como consecuencia de las deficiencias y obstrucciones que registra el colector principal de las aguas residuales. Los desperdicios de una escombrera cercana a las viviendas y los defectos que presenta el colector, dado que las instalaciones arrastran un uso de más de 40 años, son los dos motivos que han ocasionado esta situación que, según los vecinos, sufren desde hace cuatro años.

Los ciudadanos más perjudicados son los que residen en la Calle Gallo, pero "los malos olores y las inundaciones afectan a todo el pueblo", afirmó Carmen Díaz, una vecina. Añadió que hasta hace un tiempo el colector vertía las aguas residuales a un arroyo a 500 metros de distancia de las casas, pero la obstrucción de la tubería y las grietas del colector hace que ahora las aguas "viertan a su libre albedrío a 20 metros de las viviendas", aseguró. Amparo Sánchez, otra vecina, explicó que en el verano, "si abrimos las ventanas tenemos que dormir con un pañuelo porque con el hedor nos asfixiamos, es un olor enfermizo", denunció.

Hace meses, los vecinos presentaron más de 125 firmas al ayuntamiento. Su alcalde, Leopoldo Sánchez, reconoció la urgencia del caso y por ello, "le encargaré una memoria a la aparejadora municipal y levantaremos la calle entre febrero y marzo" y añadió que la obra "tendrá un alto coste" por lo que pedirá ayudas a la Junta.