El ministro de Defensa, José Bono, ha declinado asistir a los funerales de las víctimas del accidente aéreo del Yak-42 en el cementerio de La Almudena de Madrid para evitar que su presencia "pudiera interpretarse de manera torcida", según ha sabido EL PERIODICO EXTREMADURA.

En una carta dirigida al hermano de una de las víctimas el pasado martes, Bono declina la invitación que le fue realizada por la asociación y justifica su decisión por el deseo de algunos familiares, recogido por los medios de comunicación, "de mantener el funeral en el ámbito estrictamente privado". Bono asegura en su carta que ha actuado "con el fin de esclarecer la verdad, restituir la memoria de los militares fallecidos y prestar el apoyo debido a las víctimas" y considera que su presencia puede ser interpretada "como un deseo de protagonismo que no tengo". El ministro ha confirmado que estarán presentes sus "más directos colaboradores".

El funeral de los 21 militares fallecidos en el accidente del Yak-42 en Turquía, y que fueron mal identificados será dentro de cuatro días, pese a que la asociación de víctimas había comunicado por escrito a los familiares que el traslado de los cuerpos a sus lugares de origen estaba previsto para esta semana. Entre las víctimas se encuentra el cabo Feliciano Vegas, de Moraleja, que fue enterrado por error en el cementerio de Javalí Viejo (Murcia). La secretaria de la asociación, Angélica Gonzalo, comunicó en la noche del miércoles a los afectados que una cuestión "de índole estrictamente procesal" ha retrasado la entrega de los cuerpos a los familiares. Tanto la asociación como la familia del cabo Vegas han lamentado este nuevo retraso y confían en que la Audiencia Nacional autorice la entrega de los cadáveres la próxima semana. Eva Jiménez, viuda del militar de Moraleja, dijo que su deseo es que "esto pase cuanto antes".