El alcalde de Cabezuela del Valle, Antonio Domínguez, asegura que continúan los asentamientos ilegales de inmigrantes temporeros, que llegaron buscando trabajo en la recogida de la cereza sin encontrarlo.

Esta situación crea problemas a los vecinos, según el alcalde, ya que se cometen "robos de patatas y gallinas", que presuntamente podrían estar relacionados con este tipo de acampadas.

Domínguez subraya que "se meten en el parque que hay en el colegio nuevo, por encima de las alambradas, y tienen aquello hecho un desastre". Además "las madres y las abuelas no pueden ir al parque con los niños, porque tienen miedo".

En cuanto al número de inmigrantes, el alcalde calcula que ronda los 500. Antonio Domínguez se muestra convencido que a la existencia de esta problemática, que se prolonga ya desde hace varias semanas, contribuye la entrega de alimentos que tiene lugar "por las mañanas en la mancomunidad. Allí los llenan los coches de comestibles, ¿Cómo se van a ir del pueblo?", se pregunta el alcalde. "Por otra parte, es penoso, que haya familias del municipio que realmente necesitan este tipo de ayudas, y no las dan nada".

Antonio Domínguez indica que la Guardia Civil y la Policía Local trabajan para acabar con esta situación, "lo que pasa es que los levantan de un lado y se van a otro". En cambio, aclara que los inmigrantes que tienen contrato de trabajo "disponen de alojamiento. Lo que ocurre es que de todas estas personas que están por ahí, ninguna va a coger cerezas".

Por último, el alcalde matiza que el pueblo del Valle del Jerte donde hay concentrados más inmigrantes temporeros, sin trabajo es en Cabezuela, por lo que se pondrá en contacto con la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, "para comentarle el tema, aunque ella lo sabe por los medios de comunicación, a raíz de que estuvieron aquí los de UGT, y vieron donde están los asentamientos".