No hay constancia del año en que el se fundó la población de Caminomorisco, pero pudiera ser un asentamiento con muchos años de historia. Los documentos indican que el municipio llegó a llamarse La Calabaza, nombre que perdió muchos años después, ya que hasta principios del siglo no existió, en la comarca, pueblo alguno llamado Caminomorisco.

Lo que sí existía era un concejo con este nombre, que abarcaba los pueblos de La Aceña, La Dehesilla, La Huerta, Cambrón, Cambroncino, Arrolobos, Arrofranco, Riomalo de Abajo, Casas de Jelechoso, Arrocartintero, Arrocerezo y Las Calabazas, que hoy se conoce bajo el nombre de Caminomorisco, mientras que los tres anteriores ya están despoblados.

El antiguo pueblo de Las Calabazas muestra, desparramados por su término, numerosos vestigios de épocas prehistóricas, sobre todo del calcolítico y del bronce. En los parajes de Candelario, La Jareta, Madroñal, Romanzano, Escugoso... se pueden rastrear infinidad de restos como puntas de flechas, hachas, pesas de red, molinetas y molederas, dientes de hoz, raederas, y también son visibles fondos de antiguas cabañas prehistóricas.

EL PASO DE ROMA

Los romanos dejaron, igualmente, sus huellas en diferentes lugares del concejo, como es el caso de los pagos de El Alcornocal, La Cebaílla, valle Clara, Los Tesoros, o El Minuero.

Respecto a su historia hay que recordar que en el siglo XIII, Las Calabazas pasa, al igual que la llamada dehesa de Jurde, a depender del señorío de La Alberca (perteneciente hoy en día a la provincia de Salamanca), tras la concesión que hizo a esta villa el infante don Pedro, señor de Granada, hoy Granadilla. Así pues, tendría que llegar el siglo XIX para que Caminomorisco consiga su independencia jurídica. Al día de hoy tiene las siguentes alquerías: Arrocero, Arrofranco, Arrolobos, Cambrón, Cambroncino, La Aceña, La Dehesilla, La Huerta y Riomalo de Abajo.

De su arquitectura hay que destacar la recuperación de las casas típicas hurdanas, existentes en sus alquerías. También se pueden encontrar algunos puentes de cierta antigüedad en el municipio, construidos con materiales típicos como la piedra y la pizarra; hay que hablar de la iglesia de Santa Catalina en Cambroncino, realizada en ladrillo visto, pizarra y piedra, y visitar lugares con paisajes al aire libre, porque todo en el término municipal es de especial interés, aunque hay que destacar el mirador de La Antigua, en Riomalo de Abajo, que ofrece una espectacular vista de montañas desde donde divisar el río Ladrillar formando uno de los meandros más espectaculares que la naturaleza puede ofrecer.