La asociación de pensionistas de la localidad organizó ayer La Calvocha, una fiesta de gran tradición en los municipios cacereños de las Hurdes.

Los mayores salieron a primeras horas de la mañana a recolectar cerca de 100 kilos de castañas por los alrededores del pueblo para luego por la tarde asarlas en compañía de familiares y amigos, a los que también se unieron numerosos turistas.

Con este tipo de fiestas, que hace unos años eran el punto de convivencia de los hurdanos, los pensionistas de esta pequeña alquería quieren potenciarla como una de las señas de identidad hurdana.