La excavación y ubicación de los nuevos contenedores soterrados en el casco urbano de Navalmoral ha generado el malestar y la desconfianza de los vecinos de la localidad, especialmente con los puntos de recogida que se encuentran cercanos a los domicilios, locales o establecimientos.

"Nos sentimos indignados, porque no nos han informado como se debe hacer al llevar a cabo una obra de estas características, ya que nosotros sufrimos las molestias de ruidos, olores y suciedad", aseguran algunos vecinos.

Del mismo modo, han presentado quejas por los cambios de ubicación o modificaciones que se han hecho de forma arbitraria en puntos del municipio como la avenida de Mimbrales, donde después de realizar las obras de excavación, y tras la disconformidad de algunos vecinos, "los operarios se vieron obligados a trasladarse a otro punto de la calle donde marcaron una nueva zona de excavación, y donde otro residente trató de detener la obra", explica uno de los afectados.

Los vecinos aseguran haber acudido a la empresa Urbaser, encargada de la gestión de la obra. "Los trabajadores de Urbaser nos aseguraron no tener ni idea de esas modificaciones", indican.

Además desde la empresa se aseguró que desde hace unas semanas se estaban encontrando con algunos problemas en los puntos de excavación, no sólo con las protestas de los vecinos, sino por hallar canalizaciones de distinta naturaleza, como las del agua o del gas,a parte de muros que impedirían las maniobras de los vehículos de recogida de residuos.

Asimismo, vecinos de otros barrios donde ya se han iniciado los movimientos de tierra para la instalación de estos contenedores han apuntado que con esta medida no se solucionará los problemas de acumulación de basura, "porque cuando los contenedores estén llenos, la gente dejará los residuos en la calle".

Otro vecino de la plaza de El Jardincillo, experto en temas medioambientales, asegura que a largo plazo el sistema de evacuación de los nuevos puntos de recogida de residuos soterrados "acabará por contaminar el suelo, porque los líquidos y lixiviados podrían verterse en la tierra, especialmente si están situados junta a las canalizaciones", explica.