El año 2004 ha sido el de la consolidación del arco romano de Cáparra y su centro de interpretación como punto turístico de referencia en el norte de la provincia de Cáceres. Durante este año, 18.613 personas pasaron por las instalaciones.

A raíz de la puesta en marcha del proyecto Alba Plata y de las excavaciones que se realizaron desde el año 2001 y hasta el 2003, Cáparra ha pasado de ser sólo un arco romano a convertirse en un yacimiento arqueológico de primera categoría en la región y punto obligado para todos los visitantes que se acercan a Extremadura, ávidos de conocer una tierra en la que tantas civilizaciones han dejado huella.

Cáparra, reconocido arco tetrápilo en la Vía de la Plata, ha conseguido dar a conocer la importancia de la ciudad en la que se construyó hace 2.000 años. A través de los restos del arco que Marcus Fidios Macer mandó levantar para ensalzar la figura de sus padres, hoy podemos conocer la majestuosidad de esta ciudad romana. El famoso arco cuadriforme ha sido el origen del desarrollo de un ambicioso proyecto arqueológico denominado Alba Plata, que ha conseguido llamar la atención de las casi 20.000 personas que el año pasado visitaron estas instalaciones, inauguradas en el 2003.

Grata sorpresa

La arqueóloga del proyecto Alba Plata, Ana Montalvo, ha mostrado su grata sorpresa ante el significativo número de visitantes que han llegado hasta el centro de interpretación y ha precisado que "para conocer la ciudad romana de Cáparra, hay que venir expresamente aquí. Cáparra está cerca de Plasencia, pero no sucede como otros restos arqueológicos, como por ejemplo Mérida, donde el turista tiene la posibilidad de realizar más actividades. Para conocer Cáparra, hay que coger el coche y venir hasta aquí para verlo".

Las primeras excavaciones datan del año 1929, y tanto en la década de los 60, como en la de los 80, hubo intervenciones en este escenario. Pero es a raíz del proyecto Alba Plata de la Junta de Extremadura, en el año 2001, fue cuando la ciudad romana comienza a recuperar su máximo esplendor.

Los resultados de los últimos trabajos han arrojado un nuevo enfoque sobre el urbanismo de esta ciudad fundada en el siglo I después de Cristo y se han conseguido recuperar distintos escenarios. En torno a la Vía de la Plata se pueden apreciar los restos de lo que en su momento fueron unas concurridas termas, con dependencias de agua caliente, templada y fría, además de la palestra, donde los ciudadanos más pudientes de Cáparra, tenían la posibilidad de practicar ejercicios físicos a diario.

En la primera línea de la avenida más importante del mundo romano, el decumanus , se encuentran las tabernas y comercios que ofrecían sus productos, antes de que los ciudadanos entrasen en el foro para adorar a sus dioses o hacer vida social. Entre los restos hallados destaca la muralla y la entrada sureste, unos hallazgos que permiten que el visitante "se haga una idea de la importancia que esta ciudad tuvo".