El pasado domingo, cuando varias corróbrah de antruejos bajaron desde Las Hurdes para presentar las carnestolendas de la comarca hurdana en el mercado de Ahigal, ya desfiló el recién nombrado Rey del Carnaval Jurdano en primera línea. Alrededor de treinta vecinos del concejo de Nuñomoral, sobre todo de la alquería de Martilandrán, donde se celebrarán los carnavales el próximo día 1 de marzo (Sábadu Gordu d,Antrueju ), arroparon a su rey, que con el collar de ajos al cuello, con el objeto de espantar las brujas, su cachiporra como cetro, sus cencerros a la cintura, sus ropajes y su corona, fue vitoreado efusivamente por calles y plazuelas.

Este año la elección del Rey del Carnaval Jurdano ha recaído en la citada aldea de Martilandrán. Los vecinos eligen por aclamación popular a una persona abierta y dicharachera, gran amante de su tierra y de sus tradiciones, excelente convecino y predispuesto a participar de la farra carnavalera. Por ello, viene a ser un rey republicano, pues es el concejo abierto del lugar el que le nombra. En esta ocasión, fue aclamado como rey José Bautista Crespo, al que todo el mundo conoce en el territorio hurdano como Badul .

Bautismo de fuego

Fue en Ahigal donde el amigo Badul recibió su bautismo de fuego. Los cientos de personas concentradas en torno al tradicional mercado dominical pudieron percatarse de la majeza y majestad de este solterón tan rifado entre las hembras, uno de esos clásicos tipos hurdanos, de cabellera rubia y ojos azules. Llevado casi en volandas por las comadres de Martilandrán y custodiado por la Vaca Pinta , el Burru-Antrueju , el Tío Jáncanu , el Loberu de Lah Júrdih , la Mona y el Morcillu con sus impresionantes cuernos de macho cabrío, recibió la bendición del Obíhpu Jurdanu , comprometiéndose en cuerpo y alma a ejercer su regencia de acuerdo con la "organización desorganizada" emanada del espíritu libertino y libertario del Carnaval Jurdano.

El próximo día 1 de marzo, la turbamulta antruejeril tendrá que averiguar dónde se esconde ese personaje, mendigo y harapiento, que se resiste a ser rey, pero que las hembras acabarán por convecerle y será paseado a lomos de un jumento y entronizado por el rey saliente, Santiago Blanco, de la villa hurdana de El Casar de Palomero, al que le dicen cariñosamente El Facha , aunque él no tenga, ni por asomo, nada de fascista.