Gracias por confiaren mi inocencia

El pasado día 17 de noviembre de 2002, en la localidad de Malpartida de Plasencia, los vecinos de dicha localidad se concentraron para manifestar públicamente el desacuerdo del encarcelamiento de mi persona y, por ello, les quiero dar las gracias yo también y de esta forma públicamente, por el apoyo, cariño y comprensión que han demostrado al confiar en mi inocencia.

A todos ellos, Chinatos , y otras personas que por diversas circunstancias tanto dentro de prisión, como fuera en la calle tan cerca de mi familia, se han unido y solidarizado para poner de manifiesto su disconformidad. Muchas gracias.

OSCAR VALENCIA IBAÑEZ. Cáceres

Desidia de la Policía

Local placentina

Quiero expresar mi indignación e impotencia ante los siguientes hechos, acaecidos el pasado día cuatro, aproximadamente a las doce y media de la mañana, se encontraban mis hijos (siete y seis años) junto a otros de edades similares y más pequeños jugando en la Plaza de Loaisa, de Plasencia. Inesperadamente, irrumpieron dos jóvenes desaprensivos, haciendo caballitos con sus potentes motos. Uno de ellos, en una de estas piruetas , estuvo a punto de atropellar a mi hijo de siete años que --milagrosamente y a causa de su fortuita caída-- podría decirse, sin lugar a errar demasiado, que salvó su vida. Su susto y llanto, fueron mayúsculos. También el susto y la rabia de otras madres, niños y otras personas presentes. Acto seguido, llamamos a la Policía Local (puesto que aquellos jovenzuelos seguían rondando por allí con sus motos). Esperamos y esperamos, pero la Policía Local de Plasencia no hizo acto de presencia en ningún momento. Pregunto: ¿para esto pagamos una Policía Local?, ¿o sólo la tenemos para reclamar mejoras salariales y otras reivindicaciones al Gobierno municipal? Señores de la Policía Local: primero, cumplan; después, exijan.

MONTSERRAT REY GARCIA. Plasencia

Mejorar las víasdel tren en la región

Ya es hora de que Renfe empiece a darse cuenta de que tiene que mejorar sus infraestructuras en Extremadura. Es vergonzoso coger el regional de Cáceres a Sevilla. Desde las ocho de la mañana a las dos de la tarde, y eso si no llega con retraso. Seis horas de trayecto. Te da tiempo a hacer de todo en el tren: ir ocho veces al servicio, hablar con los revisores, leer tres veces el libro que llevas para el viaje, fumarte un paquete y medio de tabaco o incluso contar las hormiguitas que andan a la vera de la vía. Es lentísimo, y la culpa no es del tren, que tiene una buena maquinaria, sino de la vía, que parece aquélla de las del oeste, vamos, que cualquier diligencia podría asaltar al tren sin problema. Viajar en tren es mucho más cómodo que el autobús, pero está claro que de aquí a nada la autopista le hará la competencia. Y es que, sinceramente, ahora mismo las vías en Extremadura son sólo un gran patrimonio como para crear un museo.

SARA PACHECO CABALLERO.

Casar de Cáceres

¿Que no hay drogasde diseño?

Leo cada día la prensa y oigo a menudo la radio y me entero con estupor con noticias que relatan cuestiones que no se ajustan a la realidad. Lo digo sobre todo en lo que se refiere cuando nuestras autoridades policiales aseguran y perjuran que en Extremadura apenas se dan casos de tráfico de drogas de diseño. Cada fin de semana soy testigo de una realidad bien distinta. Jóvenes de entre 20 y 25 años consumen estas pastillas con total tranquilidad en plena plaza Mayor cacereña. Lo único que pido es que se vigile más estos focos para que no lleguen a extenderse. Pocas habrá pero haberlas haylas. Como yo, son muchas las personas que conocen este problema, lo que resulta incomprensible es que las fuerzas de seguridad del Estado lo desconozcan. No se trata de ir con la porra en mano, pero sí establecer controles.

M. MONTAÑA CANELO. Cáceres