Coches antiguos, abanicos bordados a mano de 25 y 68 euros, embutidos, dulces típicos de la tierra, ropa, objetos elaborados en cuero, artesanía de forja, madera y cerámica fueron algunos productos que se pudieron ver y comprar en los casi 200 puestos de venta que se ubicaron ayer en el casco histórico de Coria con motivo de la celebración del XII Jueves Turístico.

Este evento, que nació en el año 1995 con el fin de atraer el turismo al mismo tiempo que se promocionaba el sector comercial y artesanal de la comarca del Valle del Alagón, volvió a ser un claro éxito tanto en número de stands como de público. De hecho, la Oficina de Turismo atendió a 500 personas desde las 10.00 hasta las 14.00 horas.

VENTAS Además de promocionarse, el Jueves Turístico también es una gran oportunidad para vender. Félix Torres, tamboril artesano de Hoyos, manifestó que lleva ocho ediciones seguidas participando con un puesto y cada año, "vendo más". Explicó que participa en todos los mercados que puede y en Coria y Montehermoso, "es en los que más vendo", confesó.

Aunque no todo es positivo, ya que Félix Torres, como tamborilero extremeño, expresó su queja de que en el Jueves Turístico de Coria haya dejado de celebrarse el concurso de tamborileros que desde sus inicios se hacía. "Me parece muy feo que se haya quitado porque así es como se van perdiendo las tradiciones de Extremadura", afirmó.

Uno de los vendedores más fieles a esta cita volvió a ser el hurdano Tío Picho con un puesto en la plaza de la Catedral donde pudo vender sus populares mieles. Si nieto, Oscar Marcos, aseguró que año tras año se vende más porque "además del nuevo público que viene ya tenemos creada nuestra propia clientela", dijo. Marcos confesó que este tipo de eventos son una buena oportunidad para promocionar en el mercado nuevos productos como el nuevo licor de miel digestivo que presentaron ayer.