Los vecinos de Ceclavín se han volcado con sus tradicionales fiestas de La Borrasca este año, a pesar de que hace unos días el alcalde, Pedro Martín, anunciara que el ayuntamiento había suspendido los distintos actos que venía organizando en los últimos años como consecuencia "del clima de crispación política que se vive en el pueblo". Sin embargo, la decisión del alcalde no ha impedido que hasta ayer lunes los ceclavineros hayan festejado por todo lo alto sus fiestas, que incluyeron La Machorrita con la participación de las peñas a finales de la semana pasada, así como las populares carreras de caballos que se desarrollaron el domingo y ayer lunes con jinetes llegados de distintos pueblos de alrededor.

"La actitud de los vecinos ha sido fantástica", manifestó ayer Juana Chaparro, portavoz de la Agrupación Independiente por Ceclavín (AIC), quien desde un primer momento mostró su rechazo a la decisión del alcalde.

NI SEGURO, NI MUSICA No obstante, este año las fiestas se han caracterizado porque algunos actos como las carreras de caballos no han contado con el seguro de responsabilidad civil que cada año contrata el ayuntamiento ya que el alcalde argumentó que no pudo realizar dicho trámite por su situación de incertidumbre ante su inmediata marcha, aunque afortunadamente no se han registrado incidentes. Por otro lado, oposición y vecinos criticaron la falta de música para ambientar las calles. "El alcalde ha tenido una rabieta de un niño chico", manifestó Chaparro, que recriminó que ni siquiera se pusiera música, a pesar de que esto no suponía ningún coste para las arcas municipales.