Concentración, empatía, creatividad y expresividad son algunos de los beneficios que tiene el teatro para los niños. Algo que ponen en práctica estos días cientos de menores de Trujillo en la XXIII Semana de teatro escolar que concluirá esta tarde. El cierre lo pondrá esta tarde a partir de las ocho la obra Alicia en el país de las maravillas, a cargo de la compañía Tragaleguas de Madrid. Previamente, el lunes los alumnos del Sagrado Corazón de Jesús representaron Pinocho, dirigidos por Ana Belén Fernández, Victoria Mateos y Sandra Villar. Al día siguiente le llegó el turno a los pequeños actores del CAM Francisco Pizarro, con El árbol que no tenía hojas y Bodas de sangre, coordinados por Carmen Caballero, Raquel de la Montaña, Guadalupe Fernández y Verónica Rueda. Mientras, ayer la obra que se pudo presenciar fue La princesa de Trujillo, una adaptación de un cuento tradicional puesto en escena por el colegio María de la Paz de Orellana, con la dirección de Clara Herrero.

Padre, abuelos y demás familiares no han querido faltar a la cita y han llenado cada día las butacas del Gabriel y Galán. Los aplausos han sido el mejor regalo para estos pequeños que han dedicado muchas horas de ensayo para que todo salga según lo previsto. Una actividad que es organizada cada año por el Ayuntamiento de Trujillo, ya que el teatro infantil es una de las actividades extraescolares más elegidas puesto que sirve para divertirse, inventar e interpretar historias.